El astuto Puigdemont y su legión de abogados financiados por dinero público que sale de nuestros bolsillos se permite burlarse de la justicia española y mostrar que nuestro

exasperante garantismo se vuelve contra el sentido común y roza el ridiculo.
La Junta central electoral se había pronunciado contra la candidatura de los fugados de la justicia apoyándose en que no residen en España ni están inscritos en nuestros consulados como residentes en el extranjero. Una relación plena de sentido común que debe imponerse a una laguna jurídica en nombre del interés nacional.
La democracia debe defenderse frente a sus enemigos no podemos permitir ser ingenuos y que nos tomen por tontos.
Se aduce que en caso de ser elegido Carlitos el Tramposo y sus alegres compañeros de barrabasadas para recoger sus actas, en caso de ser elegidos, tienen que venir a Madrid donde serán detenidos de inmediato.
A mi juicio es un craso error. Pretenderán sin duda recoger sus actas por poder ya que si te puedes casar por poder y celebrar actos jurídicos representados legalmente se podrá igualmente delegar la acreditación a sus representantes y montar la marimorena haciéndose incluso victimas de una persecución politica.
Será un evidente fraude de ley, pero a los independentistas les trae sin cuidado. Permitir todas estas tretas nos hace parecer por tontos y si permitimos que la ley se retuerza para favorecer a los enemigos de la Constitucion entonces será verdad que somos idiotas.
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com