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María Callas

miércoles, 08 de mayo de 2019
La apabullante victoria del Divino en escaños ha quitado mucho hierro a la crónica política y nos hemos resignado a las piruetas del Divino Pedro con sus helicópteros y su FalconCrest, por lo que la crónica diaria vuelve con fuerza a nuestras mentes que estaban mente captas, quizás sobre la p, y a nuestras vidas más o menos grises o variopintas.

No me resisto a compartir con los lectores un episodio tragicómico de una querida amiga. Se trata de Inocencia, de la que os hablé en la Tortura de Tántalo. Es una escaramuza que retrata a las Doña Ineses de la Villa y Corte.

A Inocencia le encantan los zapatos, pero como es muy exquisita no le gustan los María Callasespañoles, prefiere los franceses. La historia dentro de la banalidad es divertida. Ino como la llaman sus deudos andaba en amores como un mozarron del Norte a quien Doña Inocencia había bautizado como Don Gil de las calzas verdes, al vivir en el Barrio de las Letras, esta dama con alcurnia era ilustrada.

Su hija la fotógrafa encontró a Ino en un mar de lágrimas. Qué te pasa mamá? Inocencia callaba y gemia desconsolada. Me han copiado mis zapatos, esos que me gusta tanto que los he puesto en mi perfil de Fb. Estuve en un vernissage, una inauguración de una exposición y la organizadora Toxa llevaba mis mismísimos zapatos.

Que hiciste interrumpió con gesto severo Doña Inocencia, yo me hubiera ido inmediatamente y sin despedirme. Que desfachatez, que descaro hija hoy se ha perdido la verguenza. Deja de llorar comprendo porque te llaman María Callas.

Yo soy realista mamá. Si del Teatro Real respondió la dama. Llama a Don Gil y pídele consejo para ver que te cuenta. Como ha sido posible que unos zapatos que compraste en un mercadillo exclusivo de Algeciras te los haya podido copiar esa extremeña!

Esta historia de típica rivalidad femenina se había dado un año antes en un conocido centro de la calle Serrano en que la embajadora de Chipre y la de Rumanía aparecieron con el mismo vestido blanco con flores verdes. Miradas asesinas y carcajada general.

Pero nuestra Ino como buena Maria Callas rechino los dientes y envío un guasapero a su enamorado. Y aquí amigos aparece la fotógrafa una moza de buen ver todavía acerba a quien nuestro Don Gil encargo espiar con su móvil fotográfico a la extremeña copia zapatos y encomendó que de paso descubriera todos sus secretos, pues era muy reservada.

Dicho y hecho Ino, pues las tres se llamaban igual, comenzó su seguimiento con especial atención a las zapaterías. De lo que Ino la fotógrafa descubrió no hace el caso María Callasen esta pequeña historia, cuya moraleja es que los hechos triviales pueden amargar nuestras vidas.

Don Gil le recitó de memoria, pues era ducho en palabreria, la Oda de la Alegría de Schiller y le puso los Doce cascabeles de Manolo Escobar, para animar a esta bella y quejumbrosa María Callas. La fotógrafa fue contratada por la revista Life y por China Hoy y Doña Inocencia sonrió satisfecha y se fue a Las Vistillas el día de San Isidro.

Bellas damas que me leeis no amargueis a vuestros hombres con vuestras quejas, lamentos y goris, sed alegres y mirad los lados buenos de la vida. Cosechareis regalos y abrazos, que en este valle de lágrimas ambas cosas son muy necesarias.

Joaquin Antuna - joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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