En la vorágine y las prisas que les han entrado de repente en estas semanas de anunciar, publicitar y licitar lo que en cuatro años no han hecho, el Ayuntamiento saca a licitación 25 novedosas pantallas digitales.
Para empezar hay que decir que de novedosas tiene lo que los teléfonos táctiles, que

fueron algo excepcional hace una década años pero ahora son la norma. Se quitaron los viejos y funcionales pero obsoletos relojes-termómetro en septiembre del año pasado, y ocho meses después se acuerdan de buscar ofertas para reemplazar algo que se sabía que se iría de ahí desde los años 80. Eso es eficiencia sí señor.
Pero me preocupa notablemente otro tema, y es el más que probable incumplimiento del PEPRI. Que la Administración hace cosas por las que a los demás sanciona es sabido por todos, pero al menos antes guardaban cierto disimulo. La normativa urbanística del casco histórico prohíbe expresamente en su artículo 52.6.b) la fijación de soportes exteriores o bastidores exentos o luminosos en vallas, calles, plazas, sobre edificios, cornisas o tejados, en jardines o parques públicos o privados, o en isletas de tráfico. Pues ya me dirán ustedes cómo se cumple esto con pantallas digitales en que pondrán anuncios además de información de interés público.
El PEPRI está obsoleto y hay que modificarlo, eso está claro
pero mientras no se haga hay que cumplirlo, a pesar de que a alguna cadena importante no se le impide poner

letreros luminosos como sí se prohíbe a los pequeños empresarios locales. Francamente, no es lógica ni asumible esa desidia, pero menos aún que el propio Ayuntamiento vaya a violar el PEPRI poniendo unas pantallas muy novedosas
pero expresamente prohibidas por sus ordenanzas.
Pruebe a hacerlo usted y verá la sanción que le cae.