Es difícil no perderse entre el mar de retórica que procedente de Venezuela inunda los medios de comunición y la abundante colonia de este atormentado país en Madrid y en España.
Durante mi larga estancia en Italia me familiaricé con las proclamas de Giuseppe Garibaldi y las óperas patrióticas de otro gran Giuseppe Verdi cuyo acrónimo era viva el Rey de Italia.
De esa época del siglo XIX son los himnos de la mayoría de países hispanoamericanos clamando contra la tiranía y hosanando la libertad.
Este siglo XIX se está viviendo dramáticamente en el siglo XXI en Venezuela. Un arquetipo de tirano Maduro populachero y lenguaraz contra los líderes Juan Guaidó y Leopoldo López los jóvenes líderes pugnando por la libertad.
Interminables marchas de uno y otro signo y unos tremendos escuadrones de la muerte, grupos armados que aterrorizan a la población opositora.
Es evidente que en Europa respaldamos a los jóvenes insurgentes, otra palabra del XIX, salvo la extrema izquierda que apoya a la narco dictadura de Chaves y de Maduro.
Otro símbolo es Simón Bolívar el Libertador un héroe del Siglo XIX.
Es una ucronia pura y dura. Una reinvención y repetición de la historia. Discursos rimbombantes, hojarasca revolucionaria de guardarropía y contrarrevolución teñida de tintes heroicos.
He de confesar que se me atraganta esa catarata de vocablos dignos del Duque de Rivas y de su Álvaro y la Fuerza del Sino convertida en opera por Verdi. Comprendo el drama, la tragedia que están viviendo y la ferocidad de los bolivarianos, pero tanto discurso heroico y grandilocuente me abruma.
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
