En octubre de 1992, el Senado de los Estados Unidos ratificó la Convención Marco de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el tratado global para detener el calentamiento global generado por el hombre, que se hizo aplicable dos años después. No obstante, un cuarto de siglo después, el Congreso estadounidense fracasó en votar un solo elemento importante de legislación para implementar el tratado.
El motivo es claro: la industria del petróleo y gas finanza las campañas de muchos miembros Republicanos del Congreso, así como algunos Demócratas de Estados productores de petróleo, que rigen repetidamente a sus financieros en contra de los
intereses del pueblo estadounidense.
Entonces, con el propósito de enfatizar la urgencia de la acción política en este tema, últimamente he testificado en el Congreso. Mientras estaba escuchando al miembro republicano cuestionar los dos testigos frente a mi comité, el antiguo Secretario de Estado John Kerry y el antiguo Ministro de la Defensa Chuck Hagel, he sido golpeado por la demente realidad política de nuestro país. Un miembro Republicano, el representante Thomas Massie, hizo una pregunta tan absurda que Kerry finalmente tuvo que contestar ¿Lo dice en serio?
Después consulté la campaña de financiación de varios miembros del Congreso en Open Secrets, que monitoriza el dinero en política, y tuve una explicación plausible de la tragedia que pasaba delante de mis ojos. Tal vez el miembro del Congreso que había escuchado no era tan ignorante como lo parecía. Tal vez eran simplemente corruptos por la campaña de financiación.
Mi propio testimonio se dirigía al Subcomité del Medio Ambiente del Comité de Vigilancia y de Reforma (Kerry y Hagel habían testificado al comité entero). Cada uno de los cinco miembros Republicanos del subcomité recibieron fondos de la campaña 2018 desde Comités de acción política (PACs) de la industria de petróleo y gas. Esto había pasado para sólo uno de los siete Demócratas. Los Republicanos combinados recibían $181.150 en dinero de los PAC de petróleo y gas, comparado con los $3.000 del único beneficiario Demócrata.
A esta hora, la mayoría de los Estadounidenses saben que nuestro sistema congresual está roto, corrupto, en gran parte por el dinero corporativo. Según un reciente sondeo de Gallup, sólo un 11% del público expresa mucho o bastante confianza en el Congreso, bajando de 42% comparado con 1973 (cuando Gallup empezó a colectar este tipo de datos). Y sólo el 8% consideraban la honestidad y los estándares éticos del Congreso como alto o muy alto.
Según Open Secrets, cuando uno mira al Congreso en su conjunto, el sector del petróleo y gas aportó $84.4 millones en el ciclo electoral de 2018. De estos proveedores de fondos, Koch Industries era el mayor, con $10.5 millones. Y del total de las contribuciones para los candidatos del sector del petróleo y gas, el 87% se dirigió a Republicanos. En perspectiva, el total de los gastos de campaña del sector del petróleo y gas desde 1990 es de $625 millones, del cual el 81% se ha dirigido a Republicanos.
Además de gastos en campaña, la industria del petróleo y gas, gasta una suma impresionante en cabildeo. Los gastos del sector en cabildeo alcanzaban $124.8 millones para 2018. Los 10 principales clientes de cabildeo Exxon Mobil, Koch Industries, Chevron, Royal Dutch Shell y el American Petroleum Institute tenían un gasto combinado de $46 millones. Y el total de los gastos de cabildeo de la industria del petróleo y gas entre 1998-2018 llegaron a una suma chocante de $2.2 mil millones.
Y sus esfuerzos en cabildeo realmente dan fruto. Justo antes de que el Presidente Donald Trump anunció su intención de retirarse del Acuerdo de Paris para el Clima, 22 senadores Republicanos le escribieron una carta a Trump instándole a hacerlo. Todos estos senadores recibieron contribuciones de los PACs del petróleo y gas. La suma de los gastos del PAC de petróleo y gas para estos 22 senadores, para el periodo 2013-18, cubriendo el comité de campaña y la dirección del PAC, llegaó a $4.095.071.
La industria de petróleo y gas sigue invirtiendo mucho para desarrollar nuevos terrenos de petróleo y gas, a pesar de la urgente necesidad de girar hacia energías renovables, y de la subida de la regulación a nivel de los Estados para hacer este giro. En efecto, el Procurador General del Estado de Nueva York está demandando a ExxonMobil para tratar de corregir la duradera estrategia fraudulenta de Exxon, una de las compañías de petróleo y gas más grande del mundo, para engañar inversores y la comunidad de la inversión, incluso a analistas de investigación en equidad y compañías de seguros en seguridad de la deuda (juntos, inversores), con respecto a la gestión del riesgo de la compañía que supone negocio por la regulación del cambio climático. ExxonMobil rechaza estas alegaciones con vehemencia.
Entonces, ¿cuál es el resultado de toda esta corrupción? Nada menos que las amenazas continuas al planeta a manos de los ejecutivos de ExxonMobil, Chevron, Koch Industries y otras compañías dispuestas a destruir el medio ambiente por el bien de opciones de compra. Sólo considere los últimos cinco años los cinco años más calientes registrados. La Tierra ya se ha calentado de 1.1°C comparado con el nivel preindustrial. Como consecuencia, los Estados Unidos y el resto del planeta están afectados por olas de calor extraordinarias, sequía, inundaciones, incendios forestales y tormentas extremas.
Los daños de los desastres relacionados con el clima en los Estados Unidos durante los tres últimos años (2016-2018) superan $450 mil millones, es decir una media de $150 mil millones por año. Y podría ser mucho más en el futuro. Como lo enseñó el Profesor de la Universidad de Columbia James Hansen, el calentamiento, a fecha de hoy y como sigue, podría llevar a una subida catastrófica del nivel del mar de 8 metros (26 pies), igual que ocurrió la última vez que el planeta era tan caliente como es ahora mismo, o tal vez un poquito más caliente (hace 115.00 años).
La etapa más importante para salvar el clima es pasar de energías fósiles a energías renovables, especialmente energías eólicas, solares, hidroenergías, energía geotermal y bioenergía. Algunos estudios de ingeniería demuestran que ya tenemos las tecnologías necesarias para descarbonizar el sistema mundial de energía, y que la descarbonización comprensiva del sistema energético está al alcance, y es económico. Las etapas claves son de salir de la generación de producción de electricidad con carbón, petróleo y gas para ir hacia energías renovables, de emisión cero, principalmente solares, eólicas, hidras y geotermales y electrificar los coches y las calefacciones. Las otras necesidades de energía, para barcos, aviones, camiones y para la industria pesada se cumplirán mediante una combinación de electrificación y de combustibles sintéticos producidos por electricidad de emisión cero.
En vista de estos hallazgos, las recientes propuestas para un Green New Deal tiene mucho sentido, y un plan de acción para la descarbonización se debería poner en una legislación lo antes posible. Este mes, un nuevo gran informe demuestra que todas las grandes regiones del mundo podrían descarbonizar los sectores de la energía, del transporte y de los edificios antes de 2050. Varios Estados, incluso California y Nueva York, tratan de descarbonizar su sector energético antes de la fecha, sin embargo, el gobierno federal carece de timón y de planes, por causa de la inacción crónica del Congreso Estadounidense.
Nuestras esperanzas de vivir en un planeta habitable están ahora en manos de políticos como el senador Bernie Sanders y la representante Alexandria Ocasio-Cortez, que hacen su campaña electoral sin aceptar el dinero corrupto de los PACs de petróleo y gas. O bien escapamos del agarrón maligno de la industria de petróleo y gas, o la humanidad va a sufrir los desastres del clima para las próximas generaciones.
https://www.cnn.com/2019/04/16/opinions/energy-industry-too-much-power-congress-sachs/index.html
Cintia Sanz - cisanz@ucm.es
