El Divino ha acertado con su campaña electoral de agrandar el peligro de Vox presentándolo como un temible dragón, que ha quedado reducido a un dragoncito de cartón piedra. Una táctica perfecta de resucitar los fantasmas del pasado que se ha visto
repugnan y han atemorizado a la mayoría de los españoles.
Desde su postura de dialogar y favorecer a los independentistas ha pasado poco menos que a presentarse como el garante de la unidad de la España plural, Plurilandia, engrandeciendola aún más si se examinan los desastrosos resultados en la Comunidad del País Vasco y el avance independentista en Cataluña.
La fragmentación de la derecha ha sido faltal. Por votos han tenido más las derechas pero en escaños han tenido más las izquierdas.
La batalla ahora se traslada a las elecciones autonómicas donde puede haber una segunda vuelta de estas elecciones generales de 2019 y singularmente lo que ocurra en la Comunidad de Madrid y en su Ayuntamiento.
El argumento clave con el que el Divino Pedro ha convencido a los electores el peligro de Vox ya no existe, aunque la capacidad de tergiversar e inventar fake news, falsas noticias del equipo de Sanchez es ilimitada, pero ya no puede presentarse a Vox como amenaza apocalíptica. Lo de la España en blanco y negro ya no tiene validez.
Quienes no estamos de acuerdo con las medidas radicales y que violan las convicciones religiosas y morales de millones de españoles tenemos que considerar las elecciones del 26 de mayo una segunda vuelta.
Madrid es vital para contrarrestar la preponderancia del PSOE en Las Cortes como ya fue durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero y hoy si se repiten los resultados de las generales permiten configurar mayorías del PP y de Ciudadanos con el apoyo externo de Vox. A mi juicio el mayor peligro puede ser el hundimiento del Partido Popular, si su vieja guardia humillada por el imprudente Casado se toma la revancha.
En el Partido Popular tiene que imperar la cordura y salvar los muebles a toda costa. Casado haría bien en hacer gestos amistosos a los derrotados y humillados después en la confección de las listas a estas generales y a las autonomicas. Casado y su equipo deberían dejarse aconsejar por el líder gallego Alberto Núñez Feijóo dada la autoridad que tiene en el Partido Popular.
Ciudadanos por su parte no debe contribuir a la catástrofe del PP con sus débiles candidatos tanto al Ayuntamiento como a la Comunidad de Madrid tiene que evitar sacar pecho y arremeter contra ellos, debe comprender que es indispensable conquistar el mayor poder local posible, empezando por Madrid y las restantes Comunidades autonomas.
Los resultados ajustadisimos de la Comunidad Valenciana donde parece que su capital Valencia tendrá un alcalde de la oposición hacen comprender que la segunda vuelta de las elecciones generales puede ser decisiva.
Vox Populi Vox Dei es el aforismo latino. Hay que conseguir que está Voz de Dios consiga reequilibrar unos resultados que abren las puertas al radicalismo extremo y a descorrer las puertas a una Tercera República.
Si en 1931 las elecciones locales del 14 de abril trajeron consigo la Segunda República los comicios del 26 de mayo pueden lograr lo contario.
La lucha continúa. No hay que tirar la toalla. Se ha perdido una importantisima batalla, pero no la guerra.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
