La Roca Tarpeya era una abrupta pendiente de la antigua Roma, junto a la cima sur de
la colina Capitolina. Tenía vistas al antiguo foro romano. Durante la República se utilizó como lugar de ejecución de asesinos y traidores, que eran lanzados desde ella.
Afortunadamente en Madrid no tenemos esta tradición y los traidores pueden campar a sus anchas. Tal vez podrían utilizarse las azoteas de los cuatro rascacielos de la Castellana para "despeñar" a los felones o solicitar a la gentil alcaldesa Carmena tan ducha en tejemanejes la cesión temporal de la azotea del Ayuntamiento para estos menesteres, que tal vez podrían asociarse a las grandes fiestas del orgullo.
En política esta categoría se nutre de los llamados transfugas, que cambian de partido como de chaqueta alegando agravios personales, que raramente son ideológicos y en general tienen que ver con venganzas, esas vendettas, tan del gusto de los pueblos mediterráneos.
Para el despeñamiento de honor los candidatos para el Premio Rupe Tarpea son Angel Garrido y Soraya Rodriguez destacados militantes del PP y del PSOE, como formo parte del Jurado con mis amigos Arturo y Jose Antonio, he propuesto entregar el premio a estos dos ilustres tránsfugas, dos perfectos "tradittori" despechados por haber sido relegados y ninguneados por sus partidos respectivos.
A propuesta de la rubia Gloria, secretaria del jurado apoyada por el embajador de Italia que lo preside se ha acordado conceder una mención especial a Albert Rivera de Ciudadanos por haber acogido con los brazos abiertos a ambos transfugas.
En este último caso se da un giro, ennobleciendolo, al giro homófobo, Dios y San Pedro Zerolo nos amparen, de que tanto es traidor el dante, no el Alighieri, como el tomante. Sin embargo se desestima equiparar a Rivera con los dos transfugas Ángel y Soraya que merecen figurar en solitario con el máximo galardón.
Así es la política y así son muchos políticos. Se comprende el desencanto de muchos ciudadanos, que se tiran al monte de los populismos de todos los signos. Aquí triunfa el aforismo "camarón que se duerme se lo lleva la corriente", a estos dos ilustres galardonados no les ha cogido desprevenidos, son supervivientes de la 'cosa nostra' en la que a veces se convierte la política.
Joaquin Antuna - joaquinant@hotmail.com
