No comprendo dice un tranquilo Divino después de hacerse diez kilómetros que en su
estado de gracia actual ni siquiera marcaron el sudor en su bello rostro, un signo más de ser el elegido de los dioses, que se me pueda tomar en serio continua el Divino Pedro.
He conseguido rizar el rizo he demostrado que puedo tratar a nis súbditos inclusivos no faltaba más como verdaderos monigotes sometidos a la voluntad del Cesar, yo soy el ungido se engalla ante una pequeña cohorte de fieles en que estan la Lastra del chigre y su Sanchoavalos, que estamos en Semana Santa como dicen todos esos meapilas. Sus palmeros le aplauden y vitorean.
Mi Rosa María que gallarda como ha plegado su cerviz con que elegancia casi rozó la dignidad del orgullo, que es la nueva Semana Santa que tanto gusta a mis chicas las gentiles Carmena y Colau. Me reprochan traicionar la palabra dada a Antenatres, yo no estoy sometido a esa disciplina de mantener la palabra dada, yo estoy por encima de las promesas, los Cesares no tenemos que respetar lo prometido, eso es para los sufridos subditos.
Vuelven a aplaudir los pelotas con Carmen Igualdad que llega sofocada teme que el supremo líder, su Caudillo resurgido, le reproche haberse retrasado unos minutos
aleccionando a las miembras de la nueva Sección femenina, sus enforverecidas féminas del ocho de marzo.
Mis encuestas cocinadas por mi mago Merlín al que le repetí las tres palabras de Fidel Castro "un líder tiene que pensar solo en él, en él y él". Merlin lo ha entendido muy bien y quiere convencer a mis súbditos de que venceré sin bajar del autobús como hacía Helenio Herrera, tengo que darle muchas medallas y cargos y recubrirlo de oropeles. Gloria a mi augur, a mi oráculo.
El Divino sonríe se siente ufano y triunfante. Sus incondicionales aleccionador por su Iván corean como otras veces, pero esta vez a voz en grito, el "ritorna vincitore" del Radames de Aida.
Se ajusta las gafas de sol y se dirige majestuoso a su Falcon Crest hacia otra ciudad a seguir con su manida matraca de embustes y falsas noticias, sus adoradas fake news, soplan Aires franquistas,está resucitando al verdadero Caudillo, para desenterrar al impostor, al que le faltaba altura y le sobraba su barriguita cervecera, "el Estado soy yo" exclama y remacha ya ves Irene, que me sé al dedillo las citas de Felipe II. Un decaído Pepito Grillo frunce el ceño y por bajines le apunta "Es Luis XIV". Bueno que más da lo decía para que se vea que soy muy culto,aunque dudo que mis votantes no sepan que era Juan XXIII farfulla el atorado Divino.
Las montañas nevadas que se divisan desde su Falcon Crest le elevan la moral empañada por el estúpido vodevil del debate que ya ha rectificado y se ha bajado los pantalones, eso sí con mucha gracia y donaire, que mudar de opinión es de sabios.
Joaquin antuña - joaquinant@hotmail.com
