El cepazo, la verdad que no había oído nunca esta palabra es la gran cepa con la que la
Cofradía del Vino de Rioja arman a sus caballeros, los cofrades.
Estoy en el Centro Riojano de Madrid asistiendo a su nombramiento como cofrade de honor. Estos personajes que parecen salidos de la Edad Media llevan vistosas capas violeta grandes medallones y se tocan con unas chapelas. En su desfile por la calle Serrano, por las aceras, como si fueran manifestantes japoneses, deteniendose en los semafaros. Ponen una nota de color y alegran a los sorprendidos transeuntes, que respiran satisfechos al darse cuenta que no forman parte de la matraca electoral ni son una secta diabólica ideada por el Divino y sus asesores, ni tampoco chinos sin dragones festejando sus antepasados o su último salto tecnologico. Nada de eso. Son simpáticos y recios riojanos.
De vuelta a Serrano 25 un suntuoso edificio con balconada debajo de la bandera cuatricolor de La Rioja. Ocupan el primer piso. Con ilustres vecinos como la Zarina y su Torretta, que por cierto salen en el momento en que llega la vistosa comitiva. Van con prisa, para ser VIP es indispensable tener prisa, la hija de Amaneció Ortega va a una boda, tambien tiene un piso Simeone el de partido a partido. Don Pedro el Ex-presidente me comenta los problemas que dieron los entorchados vecinos. Si llegan a saber los visitantes con capa que les esperaban se hubieran dado ellos también a los vinos de la Rioja.
Mientras cantamos el marchoso himno del Centro con su "Rioja que nos vio nacer,te queremos recordar, no podemos olvidar, nuestra tierra original rematado por "Villa y Corte de Madrid, nuestra patria de adopcion, pues aquí existe amor y un cariño sin par" el Dios Baco da brincos con sus faunos y mozas falsamente esquivas, por esta cantina, antigua cochera,reina un gran clima de camaradería, estoy sentado con Anselmo quien me da tres tarjetas de visita, que es muy rumboso y me habla de su festival de Estepona su 10 de wine street y como buen participante de cuchipandas tiene un ataque de gota. Todo un programa para la que se avecina de vinos y manjares.
Por el otro lado está el padre de Jose Antonio Ruperez el Presidente del Centro Riojano, un hombre cabal de cuerpo entero con esta reciedumbre que caracteriza a los riojanos, gente sin dobleces que se las cantan al mismísimo San Pedro, ellos muy viriles y ellas con mucho mando en plaza, pero siempre con afecto y buen humor.
La Rioja con 250.000 habitantes esta presente en su himno con sus nueve "diamantes en la corona de España" Haro, Alfaro, Santo Domingo, Logroño, Calahorra, Nájera, Torrecilla, Cervera, Arnedo a las que presta protección y amparo la Virgen de Valvanera que da calor a las vides.
Jose Antonio, el galán recibe el nombramiento para este centro fundado en 1901 y propiedad privada, aunque reciba una pequeña subvención del Gobierno de La Rioja. Responde al discurso del otro Presidente,un caballero que está mucho mejor revestido, que no disfrazado, que de civil pues pierde prosopopeya y dignidad. Nos explica que en este centro que es la catedral del vino, algo así como San Mamés para los futboleros,se hacen catas de los mejores caldos de La Rioja y catas internacionales, asi como programas culturales. En resumen que "se cata y se piensa".
Después de un aperitivo los doscientos comensales nos situamos en cuatro grandes mesas, a mi me ponen junto a la rubia,la estupenda secretaría General Doña Gloria y cerca de la joven madre de Jose Antonio,siempre vigilante y ojo avizor para que las bonitas mozas presentes no descarrien a su brillante hijo,aunque ahora esté un poco renqueante por un lance tenista con un embajador checo que le dejó una malvada dejadita cerca de la red.
Entre las vigiladas por la mamma del joven Presi hablo con una preciosa y formal damita rubia del PP, que trabaja en Hacienda y con una jacarandosa Beatriz del Banco Santander que tiene ojos que te fulminan y a la que invito a los toros. Queridos lectores vuestro cronista tiene su corazoncito y no puede ser indiferente a las bellas mujeres, que hacen más dichosa mi tarea de cronista de GD.
Que se puede pedir más vino a espuertas, patatas riojanas y cordero, brindis infinitos, mujeres de pan llevar como Doña Gloria, Flor y Charo. Gran amor a la tierra, españolismo encendrado y sensato de este cruce entre Castilla y el País Vasco que son los riojanos, orgullosos de ser la cuna del castellano y paridores de excelsos vinos tintos. Ubi bene ubi patria. A propósito Maria y Beatriz son riojanas. Tendré que averiguarlo.
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
