El corazón no siempre tiene razón
Vázquez Liñeiro, José Ramón - miércoles, 27 de marzo de 2019
Es un mito, una utopía, una ficción
atribuir en exclusiva al corazón
la gestión de ciertos sentimientos
como el odio, el amor o la pasión.
El corazón suele ser actor frustrado
de poemas, canciones y halagos,
víctima de febriles corazonadas,
y trampas que le tiende la emoción
y no conducen a nada.
El corazón no debe obedecer
a impulsos ajenos a su común proceder
El corazón es inocente
y solo la razón o sinrazón
dirige el gobierno de la mente.
Si bien el corazón no puede ser ajeno
a su entorno emocional y apasionado
y responde embelesado y seducido
acelerando el fervor de sus latidos
Dejemos al esforzado corazón
que cumpla su benéfica función
con cordura y prudencia
y deje gobernar a la razón
con auxilio de la inteligencia.
Vázquez Liñeiro, José Ramón
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