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El Paraíso de las mujeres

martes, 19 de marzo de 2019
El día 14 de marzo asistí a la Conferencia ofrecida por la Escuela Diplomática que trataba sobre la “Integración de la diversidad de género en la política exterior”. Sin duda, el objetivo de la conferencia es seguir sensibilizando para que se logre alcanzar la igualdad de género en la política exterior.

Dieron inicio a la presentación de la conferencia, Daniele Prieto Messa, el Presidente de la Asociación de Diplomáticos Extranjeros ante el Reino de España (ADE), Cristiana Tzika, Secretaria General de ADE, y Mirian Izquierdo, Presidenta de la Fundación Woman Foward (WF). En ella, se dejó claro que la igualdad de género es un elemento imprescindible, y que a lo largo de la jornada se analizaría la visión de España en el marco de los mandamientos de la comunidad internacional para el desarrollo sostenible, a favor de la igualdad de género y contra la discriminación. A ello, se le uniría la experiencia personal de las embajadoras de diferentes países: Australia, Chipre, República Democrática del Congo, Costa Rica y Suecia.

Por su parte, Miriam Izquierdo, que es la presidenta de Woman Foward, una fundación en el que su objetivo es incrementar la participación de las mujeres en las esferas de decisión del ámbito económico, donde las mujeres tienen dificultades para alcanzar estos puestos. Para ello, investigan donde hace falta reforzar la sociedad civil para conseguir una mayor diversidad de género. En el que concluía que “dónde hay El Paraíso de las mujeresdiversidad hay beneficios que se manifiestan para todos”.

Luego trató el tema, el Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, quién afirmaba que la promoción de la igualdad de género es una seña de la identidad de la política exterior española. También llevaba a cabo la reflexión sobre cómo y de qué manera, la política exterior española debe profundizar en la igualdad de género. España desde la promulgación de la Constitución, ha ido adoptando normas en todos los ámbitos para introducir la igualdad de trato y de oportunidades entre géneros. Aunque aún queda mucho por hacer, manifestaba que España en avances en igualdad de género y no discriminación se sitúa por encima de la media y ha sido una prioridad en sus relaciones bilaterales como multilaterales, con el compromiso asumido con la Agenda 2030 y el marco de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

También señalaba que aunque el número de mujeres que forman la carrera diplomática están en ascenso, aún está lejos de conseguirse una igualdad total, ya que son un total de 26% de mujeres y lo que se debería conseguir es el 50%. Solo el 16% de las misiones diplomáticas están encabezadas por la jefatura de una mujer. Mientras que 4 mujeres están al frente de las 14 direcciones generales que existen en el ministerio. Por todo esto, hay que seguir trabajando, para que la mujer tenga las mismas oportunidades y se les reconozca. Terminaba con la frase de “una política exterior feminista es una política que transciende y aspira a transformar todos los espacios y lo hace un mundo integrado”.

Se dio el turno a Maria Andrés, Directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España, que comenzaba con que las mujeres todavía no están representadas, y tienen un sueldo más bajo que sus compañeros los hombres. Por ello, los objetivos de la Unión Europea es que las mujeres tengan las mismas perspectivas y derechos que los hombres, pero tan solo en seis países se ha logrado alcanzar la plena igualdad de derechos sociales. Los estereotipos, los roles, el techo de cristal, ser las posibles candidatas a violencia de género, la poca conciliación entre el ámbito familiar y el trabajo, el peaje de la maternidad, la factura que pagamos nosotras con ello, cotizando menos, optando a menos trabajo, cobrando un 40% menos de pensión. Todo esto, en la carrera diplomática se observa como un obstáculo y las mujeres acaban abandonando. ¿Por tanto, como revertir y como mejorar la igualdad entre hombres y mujeres dentro y fuera de la Unión Europea?

En la mente, los roles nos condicionan y definen lo que es femenino y lo que se considera masculino. Eliminando estos prejuicios y tomando conciencia de este sesgo que todos llevamos dentro, hay que fomentar el liderazgo inclusivo, dar visibilidad a otros roles, visibilizar el talento femenino, mujeres triple M (mujer, madre y mánager) que hayan superado la conciliación. El feminismo no es un machismo a la inversa, sino la búsqueda de la igualdad que ha tardado mucho en llegar. Ya que el techo de cristal en Europa sigue siendo una realidad, a lo que hay que añadir, el retraso de los derechos reproductivos de la mujer, el auge de la violencia de género en Europa y el odio hacia el colectivo LGTBI.

Por todo ello, la Directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España, consolidaba que conseguir la igualdad dará un mundo más próspero y más sostenible. Pero para ello, aún queda mucho por hacer, y sin duda, tenemos que embarcar a los hombres en esta batalla, y es con ellos, nunca acosta de ellos, como queremos conquistar la igualdad y la diversidad de nuestras sociedades.

Con ello, se dio inicio a la mesa redonda sobre “la defensa de la igualdad de género en los organismos multilaterales- Consejo de Derechos Humanos; Agenda Mujer, Paz y Seguridad; Agenda 2030”. Se llevó a cabo por Cristina Gallarch, Alta Comisionada para la Agenda 2030, Clara Carbrera, Subdirectora Adjunta de la Oficina de Derechos Humanos y Dirección General de Naciones Unidas y Derechos Humanos (MAUEC), María Teresa Balanzat, Jefe de la Secretaría Permanente de Igualdad y Ministerio de Defensa, y por último el Señor Carmelo Angulo, embajador.

En ella se trató el esfuerzo que está llevando a cabo España en su acción exterior y en toda su administración por luchar por los derechos de las mujeres y las niñas. Para conseguir la consecución de la Agenda de Mujeres Paz y Seguridad, se crean cuatro ejes importantes para implementar el plan: prevención, protección, participación y reparación y recuperación.

En la prevención, se observa que las violaciones de los derechos humanos son un mecanismo de alerta temprana frente a los conflictos, de ahí que la prevención sea un elemento importante. Hay que poner el foco en las desigualdades entre hombres y mujeres, ya que en el momento en que hay desigualdad hay más riesgo de conflicto y de sufrimiento por parte de la población. Es por ello, que los estados se han comprometido a dar formación pre-despliegue al personal lanzado en misiones internacionales. Por su parte, la protección, ya que son las mujeres y las niñas las que sufren de forma diferenciada en los conflictos. Los estados, incrementan su prepuesto para la sensibilización y formación en materia de género, ya que el enfoque de género es necesario en todos los organismos internacionales. Es importante el papel de las mujeres militares en los conflictos, quienes evalúan las necesidades específicas de las mujeres y las niñas, forman una presencia menos intimidatoria y con una mayor sensibilización al conseguir el acceso en diversas comunidades.

El tercer eje, es la participación. Ya que la presencia de las mujeres en los acuerdos de paz, hace que duren más tiempo activos. Por ello, se llevan a cabo programas de apoyo a las organizaciones sociales, que hace que las mujeres tengan esa participación y la formación en los procesos de pacificación como mediadoras en los procesos de paz, consiguiendo la defensa, y el empoderamiento del papel de la mujer dentro de la comunidad. A esto se añadía que: “Las niñas formadas, son las mujeres empoderadas del mañana”. Por último, la reparación y la recuperación, y lograr la igualdad de género en todos los cuerpos de seguridad.

Luego se dio paso a la segunda mesa redonda, “la igualdad de género en el seno de los servicios exteriores”, a cargo de Ángeles Moreno, subsecretaria del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, María Eugenia Menéndez, representante de la Asociación Mujeres Diplomáticas Españolas y la participación de las excelentísimas Julie-Annn Guivarra, embajadora de Australia, Koula Sophianou, embajadora de Chipre, Louise Nzanga Ramazani, embajadora de la República Democrática del Congo, Ana Helena Chacón, embajadora de Costa Rica, y María Asa Cecilia Cramer, ministra consejera, de la embajada de Suecia.

A lo largo de los siglos, la diplomacia ha sido un sector masculino, ya que la participación de la mujer estaba prohibida. En España se ha avanzado mucho en la defensa de las políticas de igualdad de género, pero el servicio exterior español es un servicio aun machista, teniendo en cuenta las cifras, pero siempre trabajando para que un futuro deje de ser así. Solo en el 25% de los consulados están dirigidos por mujeres, y tan solo un 15% de embajadas españolas están ocupadas por mujeres, habiendo embajadas en la que nunca ha habido una mujer, como en la embajada de la Unión Europea, en Naciones Unidas, en París y Londres, y tampoco ha habido nunca una mujer ministra o jefa de la carrera diplomática. Las mujeres están ausentes de estos puestos de liderazgo, pero en cuanto hay más mujeres, hay más tolerancia, más diversidad y todo beneficia al conjunto de la organización.

El techo de cristal sigue existiendo, aunque de forma sutil, ya que cada vez hay más embajadoras pero estas no están representadas en las embajadas más prioritarias, y no están lo suficientemente representadas para decir que se encuentran en los puestos de relevancia de manera equitativa. Es por ello, que no representaremos de forma fidedigna a nuestra sociedad hasta que no seamos totalmente igualitarios.

Las embajadoras nos brindaron sus experiencias personales y la situación de sus propios países. La embajadora de Australia, comentaba los casos de sesgos que se llevan a cabo inconscientemente, en el momento que va con su adjunto que es un hombre, y en la reunión le saludan a él, creyendo que es él el embajador, y no ella. También añadía que era la primera embajadora indígena en Australia y que las mejores decisiones se toman en un grupo con diversidad.

Por su parte, la embajadora de Chipre lidera una embajada de mujeres, y la embajadora de la República Democrática del Congo, hablaba sobre que la transición es un caballo de batalla para la mujer, que aún queda mucho por hacer para lograr la igualdad entre el hombre y la mujer, pero que lo conseguiremos, ya que de momento los 60 puestos diplomáticos y consulares del Congo solo están ocupados 14 por mujeres.

La embajadora de Costa Rica, afirmaba que tan sólo 9 países en el mundo tienen más del 20% de diplomáticas que son mujeres. Terminaba diciendo que “vamos a llegar antes a Marte, que alcancemos la igualdad entre hombres y mujeres”. También añadía que “el feminismo no significa querer tener ningún grupo de opresión, ser feminista significa querer para otras mujeres mejores oportunidades de las que tuvimos, de las que tenemos y de las que tendremos, queremos una mirada de comprensión y justicia a las personas que nos rodean”.

Escuchar a estas maravillosas mujeres, fue un honor para mí, que puede observar las dificultades actuales y todos los retos a los que deberemos enfrentarnos en un futuro. Un gran acierto por parte de la Escuela Diplomática llevar a cabo esta gran conferencia, para concienciar sobre la necesidad de la consecución de la igualdad de género sobre todo enfocado en el ámbito de la política exterior.

Entre todas conseguiremos una carrera diplomática que represente el paraíso de las mujeres. Donde sea igual ser mujer o ser hombre.

Cintia Sanz - cisanz@ucm.es
Sanz Hoya, Cintia
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