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Nacido en el siglo XX

sábado, 16 de marzo de 2019
Como el boss Bruce que ha nacido en los Estados Unidos, Born in the USA, yo me niego Nacido en el siglo XXa decir mi edad. No es coquetería es la necesidad de no ser encuadrado.

Se habla mucho de discriminaciones por razón de sexo y en nuestra Plurilandia las mujeres han batido el récord de los Guiness al hacer las mayores manifestaciones mundiales con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Sin embargo esta sensibilidad a flor de piel no se manifiesta en materia de edad. Hace unas semanas hubo un ciudadano holandés que pretendió cambiar legalmente su fecha de nacimiento para poder encontrar trabajo.

Él miedo de envejecer y sufrir una disminución de oportunidades por razón de edad cada vez es más evidente en mujeres y hombres no sólo en el trabajo sino también en la familia, donde las personas son tratadas mal y se sienten como trastos viejos inservibles.

Recuerdo un empresario alicantino, que había sido un conocido deportista que a sus amigos de más edad los encuadraba en amigos de su padre por el mito de la juventud, pues le parecía inconcebible tener amistades de otras edades. No se daba cuenta que la edad de las personas se manifiesta no por el DNI, sino por sus "ideas y proyectos".

En un siglo XXI en que el amor no tiene edad y atenaza, divierte y angustia a todo quisque el mantenimiento de un buen físico es requisito indispensable y a veces sobrepasa los límites de lo razonable y nos fuerza a intentar lo imposible, pero nos mantiene alegres y animosos.

El envejecimiento tiene que ver con la calidad de vida y la situación económica, el desequilibrio entre países ricos y pobres es notable y el bienestar europeo ha alargado la vida de las personas, pero al mismo tiempo ha acrecentado la discriminación por edad con la creación de horrendos cementerios de elefantes para los despectivamente Nacido en el siglo XXllamados viejos.

Los estereotipos son una muleta de la discriminación y deben derribarse, como han hecho las mujeres el día 8 de marzo, apreciar la sabiduría, las experiencias vividas, el soporte emocional para la familia y las relaciones humanas. Hay que derribar las barreras mentales como hacen también las personas con discapacidad.

En una sociedad que se quiere cada vez más participativa e igualitaria, la edad no debe constituir un handicap, un obstáculo. La prueba la constituyen los artistas que no se jubilan nunca. La creatividad y la fantasía no tienen edad.

Por todas estas razones que se agolpan en mi cabeza el día de un cumpleaños nos declaramos nacidos simplemente en el siglo XX, a excepción de gente como el Divino que nació un 29 de febrero y por ello será eternamente joven e inmaduro. Suerte que tienen algunos.

Si se puede cambiar de sexo porque no cambiarse de edad aunque estemos calvos, llenos de arrugas, repletos de celulitis, nos sobre peso y cojeemos ostensiblemente, demos la tabarra al personal con nuestras batallitas y estemos anclados en el pasado, pelillos a la mar y exijamos que como las pensiones, esto lo pague también la seguridad social, aunque amigos, soñar no debería costar dinero.

Y recordemos que no es verdad que los mejores tiempos son los del pasado, sino que son siempre los del futuro y así nuestro espíritu se mantendrá joven y pimpante.

No a la discriminación por edad.

Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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