Los animales atraviesan un período dorado en Plurilandia. Pueden campar por sus respetos protegidos por leyes permisivas. Incluso se ha llegado a oficiar una boda de perros, desgraciadamente se trató de un perro y una perra y no hubo ningún morbo añadido. Tienen documentación y una tarjeta sanitaria. Un suplemento semanal habló
del ciudadano perro. Solo les falta poder votar y tener derecho a decidir. En Cataluña todo se andará. Omnium Cultural lo tiene en su programa. Los perros estarán obligados a ladrar en catalán. En Baleares se les considera miembros de la familia.
A mi siempre me han gustado los perros, que han jugado una extraña conjunción en mi vida afectiva. Me explico. Hagamos una pequeña historia. En pasado tuve una Cocker Spaniel de largas orejas y pelo rizado. La puse por nombre Chang, por Chang kai check. Siempre me ha gustado la política. Vivió conmigo 14 años y murió conmigo. Terminó la carrera de derecho a mi vera y fue testigo de mis primeros escarceos amorosos. Una compañera fiel y muy discreta.
Después en Italia en Roma tuve una perrita bóxer que me siguió a mi casa en una noche abrileña en el Trastevere romano cuando me zampaba una pizza con Alina una amiga muy exhuberante que vendía pisos. Le puse por nombre Bonita, lo que inspiró el comentario del periodista López del Pecho corresponsal de TV de que Joaquín se reía hasta de su perro. En el bar de abajo me prohibieron la entrada con bonita porque atemorizaba a los clientes. En aquella época viajaba bastante por trabajo y en unos de ellos mi bóxer ya no estaba me la había abandonado mi amiga francesa, fue víctima del
tienes que elegir entre ella y yo. Desaparecieron las dos de mi vida. Fanfi y Bonita.
Mi tercera perrita tuve un origen diplomÁtico. En una cena en la embajada de Marruecos después de un acto en el Ateneo con Mohamed Chakor un notable periodista y amigo marroquí estaba Javaloyes otro periodista esta vez del ABC, quien buscaba dueños para sus cachorros. A Patri mi querida amiga de Las Matas se le enternecieron los ojos y un magnífico ejemplar de cruce entre pastor alemán y belga aterrizó en su casa en la que vivía con su hija y sus padres. La bauticé Bambolina, muñequita en italiano. Jugando con ella a lo bruto me tuvieron que dar dos puntos de sutura en la barbilla. La castigué con un azote y vino a lamerme la mano muy compungida.Por vicisitudes que no hacen al caso desaparecieron las dos de nuevo. Patri y Bambolina.
Han pasado los años y ahora tengo perros por horas. La perrita de mi hermana que parece un yedi en miniatura y se llama Milú como el can de TintÍn. Los viernes que voy a comer a casa de Susú, nombre de guerra, antes de llevarla al cine me recreo con Milú que es muy juguetona y escandalosa.
Los otros dos perros, esta vez chicos, son un enorme mastín dogo y un boxer, Totin y Rocky respectivamente. Los tiene en su chalet de Pozuelo mi amiga Georgi y me los trae a veces. Los canes se me avalanzan que es un primor y luego se tienden regios sobre las alfombras. Son momentos de fascinación por estos animalitos humanoides. Totin me lo trajeron de días y era una monada como os podéis imaginar, luego dio un estirón parejo a su capacidad de saltar sobre sofás y camas, se puso tremendo y luego con la maldición canina se fueron perro y dueña y se convirtieron en seres y presencias por horas.
En mi vida perros y amores se han entrelazado de forma tragicómica y casual. Tienen razón los ultras animalistas de Baleares los perros forman parte de la familia y son Cupidos en miniatura sin arco ni flechas, de estas se encarga el destino.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
