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Las noches de Roxa

lunes, 18 de febrero de 2019
Roxa es una periodista organizadora de eventos de postín. Es una guapa morena con flequillo de paje y gesto cordial y profesional.

Las noches de RoxaLa conocí el pasado 14 de julio en la recepción de la embajada de Francia. En una de mis peregrinaciones con una copa en la mano saludando a diestro y siniestro‎ y dedicando unos minutos a amistades y personajes de relumbrón. Hay que tratar de hablar con más de cincuenta personas en la hora y media que duran estos saraos. Se intercambian tarjetas de visita y rápidos comentarios sobre temas de actualidad. Se forjan proyectos y se otea el horizonte.

Saludo a una Marisa Paredes desmadejada y delgadísima. No es amable y como muchos actores sin guión no saben que decir. Quiero despedirme del embajador francés cuando me topo con dos bellas mujeres elegantemente vestidas. Las ayudo a hacerse unas fotos y se parlotea en tono cortés del más y del menos. Son Roxa y una actriz argentina.

Pasa un tiempo e invito a Roxa a asistir en la Librería San Pablo al lanzamiento ‎de un libro sobre Nelson Mandela de un colaborador de la COPE. Están presentes tripulantes del Aquarius y una mezcla de teólogos y mujeres inquietas. Tiene prisa en irse para hacer un reportaje.

Mensajes por whatshap con actos varios y finalmente volvemos a vernos en el Gran Hotel Inglés, el hotel más antiguo de Madrid, remozado en la calle Echegaray.

Madrid tiene una intensa vida cultural y las Roxas son las indispensables sacerdotisas de la cultura‎, que tejen y tejen las redes, las telas de araña de quienes tienen proyectos que proponer y los cazadores de sensaciones.

Esta vez en estas veladas de Roxa se trata de un libro y de un personaje, el incombustible embajador Chencho Arias, el mejor maestro de ceremonias de la Corte de Felipe VI, el pretexto es una biografía del diplomático publicada hace dos años, de la que informé el 21 de abril de 2016 en GD.

En un sótano nos sentamos en una gran mesa rectangular de las que harían las delicias de Torra y el Divino Pedro‎. Es un plantel de lujo. Periodistas de prensa, radio y televisión. Empresarios internacionales. Una rusa prima de Corina con amplio escote y que vende oro. Una poeta italiana de Triestre viuda de un gran escultor y una alemana rubia y delgada con grandes amistades. Una comisaria de exposiciones de mi Asturias querida, que prepara una exposición en Shanghai para marzo con los dibujos eróticos de Picasso.

Un ramillete de damas de tronío y un estupendo actor el inolvidable Avelino de Escenas de matrimonios, el viudo de España. Unos periodistas comprometidos e inquietos. Los diez negritos de Agatha Christie.

Roxa nos explica que en este hotel se conocieron en 1910 Imperio Argentina y Rafael el Gallo. Un gran flechazo y un matrimonio un año después. A unos días de San Valentín miro de reojo a la rusa y al empresario por ver si surge algo, que el amor es el mejor condimento para todas las salsas. No veo otras perspectivas venéreas en esta mesa en que se debaten las relaciones internacionales y las vicisitudes de la vida diplomática del embajador.

Arias es un fuera de serie maneja un lenguaje popular y desenfadado con un profundo conocimiento de los grandes actores del ajedrez del mundo que ha tenido la suerte de tratar. Pasa revista a los Presidentes de gobierno, poniendo las mejores notas a Felipe González‎, por su carisma y gran predicamento con alemanes y americanos y a Aznar, injusto pinpanpun de las izquierdas, que intento revertir las alianzas internacionales de España.

Destacando a Adolfo Suárez por su intrepidez y olfato político y a Calvo Sotelo por su cultura y su sentido del humor. Sobre Zapatero nos cuenta su desinterés por la política exterior y su interés por llamar la atención. Del actual nuestro querido Divino prefiere no opinar, aunque esta claro que no le cae bien.

Chencho, siempre con su pajarita y su alma de showman, que pudo haber sido torero si los jesuitas del colegio donde estudió no le hubieran ampliado los horizontes, aclara que trabajó en trece peliculas‎. Es un manantial de anécdotas comenzando por comentar como han cambiado los tiempos de aquella Almería rural y salvaje al mar de plástico y la ensalada internacional que la puebla.

Sale el inevitable tema catalán, Roxa y un notable periodista han vivido en Barcelona y no se muestran demasiado optimistas. El gran actor explota y dice que es de Vox. Grandes carcajadas. Seguimos con el candil de Diógenes y sin movernos ni un ápice de la opinión de Ortega, sobre la necesidad de "conllevarnos" ‎y no encontrando ninguna solución. Es un laberinto, que recuerda a la calle de Sal si puedes de la ciudad de Panamá.

Roxa implacable moderadora parece un juez del tribunal de las aguas de Valencia, parle voste y calle voste‎, estableciendo un rígido turno de preguntas. Así se hace.

Un periodista de moda muy atildado le preguna a Chencho si son verdad los rumores de las veleidades homosexuales del monarca. Le abucheamos divertidos. Siguen las preguntas algunas ‎muy sesudas y otras más ligeras. Chencho sale brillantemente de todas ellas. Jura y perjura que no conoció a Corina. Asegura que Felipe VI es muy formal y ni caza elefantes ni damas.

La conversación se va diluyendo y la ilustre asturiana se va con la prisa de los VIPS y yo también doy la vuelta a la mesa y me saco una foto a petición de la rusa, lo que eleva mi autoestima, saludo al Maestro Arias y doy dos besos en las mejillas‎ a Roxa agradeciéndole esta velada tan especial. Madrid con sus luces de cultura en su mejor apogeo en el barrio de las letras.

Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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