Paro juvenil

El paro juvenil en España es un drama que no cesa y así lo demuestran todas las estadísticas. Así la tasa de paro entre los menores de 25 años sigue sobrepasando ampliamente el 30% y por si fuese poco casi el 60% de los jóvenes continúan soportando un empleo temporal y precario.

Según datos de Euroestat, el ratio actual de pobreza laboral entre jóvenes que arroja España es mucho más alto que en cualquier período de la crisis de 2.008. Así uno de cada cinco trabajadores jóvenes está en riesgo de pobreza.

En los últimos años varios centenares de miles de jóvenes han tenido que cruzar las fronteras para buscarse la vida en otros países a pesar de que el 24% de éstos jóvenes alcanzan una formación superior, frente al 20% de la media europea. Por todo eso muchos jóvenes viven con desesperación su existencia ante la falta de expectativas laborales y son conscientes de que la probabilidad de encontrar empleo va disminuyendo a medida que se incrementa el tiempo de desempleo.

Muchas circunstancias negativas que les impiden pensar positivamente en el futuro, en formar una familia, en comprarse una vivienda, en poder cotizar a la seguridad en caso de una incapacidad temporal, una invalidez permanente y mucho menos ya para percibir una futura pensión de jubilación digna y adecuada para sobrevivir.

Un futuro en el que, desgraciadamente, cada vez será mayor el número de desempleados porque la robótica ya está aquí para quedarse y la mano de obra será cada vez menos necesaria, en la mayoría de las actividades industriales. Por eso es necesario ir pensando en otra organización social muy diferente a la actual.