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El cocodrilo

jueves, 24 de enero de 2019
Mis amigos saben mi afición por coleccionar hipopótamos, los tengo de muchos países, mi madre decía que a mi hijo le gustan porque le recuerdan a‎ su madre, así de irónica El cocodriloera mi inolvidable mamá que era un poco rellenita, el caso es que una amiga quiso romper esta racha y me regaló un gigantesco cocodrilo de El Corte Inglés, que para Angelita, mi asistenta de Benavente es un "lagarto" enorme.

Mi otro cocodrilo baby de IKEA lo recibió de uñas, por celos sin duda y se enzarzaron en una violenta disputa, de insultos irrepetibles. En vista de ello los rebauticé como Pablo, al cocodrilo grande e Iñigo al baby, en vez de cocó y coquis.

A la refriega se sumó una veterana tortuga, a la que por respeto la llamaré cortésmente Doña Tortuga. "No le pegues, no me lo averíes, es mi ojito derecho y le has puesto el otro a la funerala" reprochó Doña Tortuga al airado Pablo, que a pesar de su cabreo se le veía muy relajado con un biberón en la mano demostrando que estaba de baja paterna.

"Callate vieja, tu ocúpate de tus okupas y de la visitadora de templos‎ y déjanos en paz, este asunto es de Iñigo, el traidor y mía, de nadie más".

"Tus bases me quieren y lo que se da no se quita y además el sueldo me viene muy bien, desde que los de la Uni de Málaga descubrieron mi trampita" intervino El cocodrilocariacontecido Iñigo, con su ojo morado.

"Como echo de menos al comandante Chaves, que nos alimentaba a todos y que mimaba al gran Monedero mi ideólogo. Entonces estabais todos callados‎ y chupabais del bote" Debería tratarse de un chacal experto en divisas. Con tanto animalito uno se pierde.

Cerré los ojos y me creí en Coppelia con música y todo. Estos cocodrilos y la tortuga se zurraban la badana y me consolé pensando que era una historia de muñecos deslenguados y que nada parecido podía suceder en la realidad.

Por si acaso puse al cocodrilo baby con la tortuga, muy juntitos y separé al lagartón de Galapagar poniéndole de cara a la pared.

No os preocupéis queridos lectores estas cosas solo suceden en los cuentos,en que lagartos y tortugas, bailan al son que más conviene y viven del cuento.

Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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