En la vida diplomática madrileña, que es muy activa y brillante destaca la actividad incansable de la embajadora de Chipre Doña Koula Sophianou, Koula para los amigos. Siempre muy elegante, tiene un vestuario que haría palidecer a las divas de nuestro cine y comparable a las artistas de Hollywood. Tiene una agenda repleta de encuentros, recepciones y seminarios. Su embajada en la Castellana esta compuesta por mujeres, listas y simpáticas como Andrea, sagaces y con mucho carácter como Cristiana.
Llevo años frecuentando esta embajada y realizando campañas escolares y actos con los dinámicos chipriotas. Un país que apenas llega al millón de habitantes y que despliega una extraordinaria labor diplomática en todos los foros internacionales.
Ha venido a Alicante para inaugurar la exposición el "Camino a Chipre" y en esta mañana de sol radiante, la veo pimpante y dispuesta a hablar.
Le pregunto porque las mujeres chipriotas valen tanto como mil hombres. Se echa a reír
y responde "que también los hombres valen tanto como nosotras, pues hemos recibido una herencia genética excepcional, que ha dejado huella y nos impulsa a ser muy activos, a comerciar, a emprender y por ello dices que valemos como mil, pero todos".
Como tiene que coger un avión, los VIPS, siempre tienen prisa y que ir a algún sitio con urgencia. Le pido que me hable por favor de Alicante.
Con su voz melodiosa me suelta un pequeño discurso mirando a este Mediterráneo que luce hoy esplendoroso.
"Es un placer visitar Alicante, una ciudad que me recuerda a las ciudades de la costa de mi país, Chipre, para participar a la inauguración de la exposición que organiza la ONG Paz y Cooperación titulada 'Camino a Chipre'. No podría ser, mejor sitio que Alicante para presentar los dibujos de niños y niñas de diferente países que fueron galardonados siguiendo así la tradición y la historia de esta ciudad desde la época antigua hasta hoy en día, cuyo puerto y tierra recibió tanta gente como fenicios, griegos, romanos, etc... Desde Alicante, entonces, camino a la otra puerta del Mediterráneo, a la hermosa y bella isla de Chipre, deseando paz, salud, felicidad y armonía a todos y a todas y esperando verles continuando este viaje de nuestros antepasados a través del Mar Mediterráneo que tanto queremos"´.
La ilustre dama se va dejando ese halo de deidades griegas que hizo inmortal a María Callas. Koula Sophianou no canta, pero encanta a quien tiene el placer de conocerla.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
