La negativa de Vox de apoyar al gobierno del cambio en Andalucía de PP y Ciudadanos si no suprimen la mención de la violencia de genero, que para ellos sirve para financiar a las feministas, me huele a táctica electoral.
Vox pone de revés la doctrina Zapatero de conseguir los votos de los hombres, que se sienten atemorizados y cabreados por una legislación que protege a las mujeres. Zapatero al igual que el Divino Pedro deseaban y desean cosechar el voto de las mujeres. Una táctica electoral que al leonés le fue muy rentable. Vox desea el voto de los hombres.
El otro día cuando se había cometido un acto alevoso contra una mujer el comentario brasileño hablaba de "violencia domestica" y la traducción en TV era "violencia machista".
Dos cosas diferentes. No se puede decir sin rubor decir que todos los hombres somos machistas, como sinónimo de violentos. Lo cierto es que hay personas violentas y muchas otras civilizadas.
Claro está que para Carmen Igualdad con su lenguaje incisivo hombre es sinónimo de criminal peligroso o presunto delincuente. Lo que produce risa, sino fuera porque se pretende manipular a los jueces para convertirlos en miembros de la Inquisición feminista.
El Divino Pedro se frota las manos se está cumpliendo su propósito de fomentar el enfrentamiento entre hombres y mujeres, el conflicto si es posible en todos los hogares
españoles, salvo los alineados al actual régimen, los homogéneos en que no hay disparidad de sexo.
En este ambiente enrarecido es muy difícil hablar de armonía entre los sexos y de educación a una sexualidad morigerada, que evite los crímenes pasionales, que es como se conocía a la violencia de género.
El Maestro Fernando de Salas, que fue muchos años Rector de la Sociedad de Estudios Internacionales insistía mucho en la violencia intrafamiliar particularmente la que se ejerce contra las personas mayores y recomendaba una educación en materia de relaciones familiares.
Ver a los hombres como bestias corrupias es una broma de mal gusto. La violencia debe ser erradicada y la seguridad de las mujeres debe ser enérgicamente protegida. Para ello se precisa fomentar la convivencia y la armonía entre hombres y mujeres.
María Teresa León, la compañera de Rafael Alberti, en una fiesta de Santa Teresa en su casa de la vía Garibaldi, me dijo viendo a su gato jugar amistosamente con su perro, que eso era para ella el comunismo.
En Sudáfrica pregunté a un nutrido grupo de beneficiarios de un proyecto de mi ONG, porque no se veían parejas de blancos y negros, porque no se casaban entre ellos. Silencio. Al final una señora mayor dijo "porque somos como los perros y los gatos".
Me pregunto porque Carmen Igualdad, Carmena y Colau no intentan que hombres y mujeres jueguen, se relacionen pacíficamente entre ellos, sin reproducir el apartheid sudafricano.
Citando a María Teresa León les pongo un ejemplo "progresista" y no de Vox.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
