Un año o período de 12 meses, se asemeja a una flor, que, cumplido su ciclo se marchita y, con proverbial indolencia va dejando caer uno a uno sus pétalos rindiendo así su postrero viaje.
En todos ellos hay amores, sueños no realizados unos, otros a medio camino entre la fantasía y la realidad, nostalgias, decepciones pretéritas... sin añoranzas se fue despojando uno a uno de todos ellos, se sabe un rosa marchita que rinde viaje a no se sabe dónde, se aleja de nuestras vidas dejando caer una furtiva lágrima, un profundo suspiro como aquel viejo carruaje que al final de la singladura queda abandonado en un rincón del vetusto patio.
Se va la luz solsticial, ve sus fulgores un tanto opacos por el rocío madrugador, tan sólo un instante.
Los fulgores de nuevos tiempos vienen irrumpiendo con energía, con esa fuerza un tanto indolente del joven inexperto que, todo le parece fácil y actúa sin reflexión. Dejémosle entrar, atrás quedan esos 12 pétalos con un seguro de sapiencia.
Sentados en el quicio de la puerta analicemos los 365 días consumidos, forman parte de nuestro devenir, son como esa vela cuya luz, unas veces con intensidad, otras mortecina, siempre iluminó nuestro andar. Días en los que moraron luces y sombras.
La flor marchita se va, su cometido está cumplido, no dejemos que se aposente la nostalgia, démosle paso a la Esperanza ella llega con su cesta cargada de alegrías, sueños, proyectos a realizar, quizá alguna lágrima
dejemos nos envuelvan rumores de olas rompiendo en la arena, que nos impregnen aromas, sabores a salitre vivamos intensamente el futuro, busquemos esa mano amiga, entrelacemos sus dedos entre nuestros dedos y como adolescentes bebamos a grandes sorbos la vida, el 2018 muere, dejémosle ir, vivamos intensamente el 2019, el pasado es historia, el futuro se presenta sugerente, ofreciendo nuevos horizontes -no dejemos de hacer proyectos-.
Quizá hayamos perdido compañeros, paisajes y esperanzas en nuestro caminar, comencemos de nuevo, caminemos por la vereda perfumada disfrutemos sus aromas, sus luces, sus rumores, escribamos de nuevo en los pétalos en blanco de la rosa que acaba de nacer, amores, sonrisas... jamás demos pie a la tristeza, llenemos nuestra vida de VIDA, seamos libres, amémonos hasta la extenuación, seamos felices.
