El último coletazo de las elecciones andaluzas ha sido el acuerdo entre el Divino y Torra y sus respectivas camarillas. El miedo guardia la viña y las elecciones no interesan ni a
los socialistas ni a las huestes independentistas.
La mamandurria se impone y calma los ánimos. A la resistencia a ultranza del Divino a encasillarse en su Moncloa se une ahora el interés compartido del Iluminado de Blanes.
Como buen madrileño el Divino ha sido impuntual. Con desprecio a su pretendida política ambiental sigue utilizando el helicóptero y el Falcón. En el AVE podría haber llegado casi al mismo tiempo con un coste económico muy pequeño y no se como se atreve a alarmar sobre el diésel cuando es un campeón de la contaminación. Doble vara de medir para el faraón y sus súbditos.
Aunque no soy Boris Izaguirre el gran cronista social no puedo por menos que resaltar lo feos que son los componentes de la delegación catalana empezando por el Iluminado de Blanes, con su aspecto entre avinagrado y ramplón, un número dos muy bajito, una Elsa mal vestida en perpetuos vaqueros. Realmente no dan la talla. Muy lejos de los escritos de Torra que considera a los catalanes como superhéroes, pero estos no pueden ser más vulgares y feos.
Feos serán y lo son pero no tienen un pelo de tontos han logrado que en el comunicado final se hable de conflicto, como si esta cumbre entre países necesitara una mediación internacional y no se mencione a la Constitución, sino se platique de vaporosa seguridad jurídica.
Para unos se trató de un simple encuentro, para los otros de cumbre entre países. Las imágenes delatan la rendición del Divino ante las peticiones de los indepes. Bilateralidad en medio de la falta de Protocolo y confusión. Un servicio de seguridad que apoya
amorosamente a los manifestantes dejándoles cortar las calles para el gozo de TV3 y la Sexta.
El Divino consigue permanecer más tiempo en La Moncloa gracias a este pacto con la Generalidad, que sale ganando e impone su fuerza y demuestra músculo. Son las 30 monedas del Divino, que en vez de ahorcarse en una higuera se vuelve a Madrid en su Falcón feliz y contento a comerse el turrón y las uvas.
Los indepes, estos feos de solemnidad, consiguen sus objetivos de seguir viviendo de su propaganda contra la Monarquía y la Constitución y cobrando sueldos, embolsándose subvenciones y realizando viajes a su Meca en Bruselas.
Al final de este tortuoso camino el Divino les concederá algún tipo de Referéndum soñando en alcanzar la Presidencia de la República federal de Plurilandia.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
