Tengo sobre mi mesa de escritorio un libro de Albert Rivera firmado y dedicado por el chico sensato de Hospitalet en el exótico Teatro Goya de Carabanchel. Son las cien
propuestas de Ciudadanos.
Como muchos españoles me ilusionó la irrupción en la gran política de este joven león catalán y además tengo amistad con Begoña Villacis y su familia. Así que he seguido y apoyado la trayectoria de este partido de cuadros,que se hizo adulto con su victoria en las elecciones catalanas.
Sin embargo que manifestar mi exasperación ante el excesivo rizar el rizo y caer en el casuismo de Ciudadanos. Donde hombres de estado como Churchill o De Gaulle tuvieron capacida de síntesis el amigo Albert prefiere una lista a veces interminable de condiciones, que rayan en lo paranoico.
Ahora ante el terromoto político en Andalucía a los gritos de sus seguidores de Susana vete ya se enzarza en un casuismo de si pero,que deja perplejos a sus afiliados con sentido crítico y hace feliz al Divino Pedro y a la Fontanera Prodigiosa y a su vocero el periódico global El Pais, que buscan resquicios para perpetuar su régimen hegemónico en Andalucía.
Pactar con el PSOE su abstención para no tener que aceptar el apoyo de Vox es aceptar que Adelante Andalucía pueda salvar los muebles a Susana, que podría recibir la sentencia de los ERES asentada en el Palacio de San Telmo.
Estas veleidades de Albert es lo que le distancian de ser un gran líder, claro es que es joven y puede madurar, pero las ocasiones pasan solo una vez en la vida y un apoyo al PSOE podría resultar en una perdida de una catarata de votos.
El jesuitismo de decir unos a cosa y mentar lo contrario en que es un consumado maestro el Divino, no le sienta bien a Albert, que puede hartar a sus huestes con el si, pero no y exigir lo difícil, rayano en lo imposible.
Es cierto que cuidar la estrategia es importante para un partido, pero ser tan rebuscado, desquicia a propios y extraños y da armas a los rivales.
Aquí no se trata de proclamarse ni de izquierdas ni de derechas. Ser tan escrupuloso con el apoyo de Vox se entenderia si el PSOE rompiera con Podemos, que es anisistema y desea tumbar la Monarquía y embarcarse en un period constituyente hacia la Tercera República, en ese caso habría que huir como de la peste de ellos, pero pagarles con la misma moneda, es una némesis histórica, vamos la venganza pura y dura.
Deshoja la margarita una y otra vez, pero no dejarte engañar por los cantos de sirena de Ferraz. Ojo al parche Albert.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
