Pensionistas

La Comisión de Envejecimiento y Longevidad Activa del Parlamento Plurinacional del Estado de Bienestar ha analizado el incremento del gasto de la Seguridad Social, y ha llegado a las siguientes conclusiones:

-El gasto en pensiones, en los albores del nuevo año, ha crecido de forma desmesurada e inadmisible en relación con los ingresos procedentes de las escasas cotizaciones actuales.

-La mayor partida de dichos gastos corresponde al colectivo de pensionistas, lo que ha producido el vaciamiento transversal de la hucha de pensiones.

-En consecuencia con los hechos descritos esta Comisión ha analizado las siguientes alternativas para dar solución a tan envejecido problema:

1ª.- Incremento de las cotizaciones y aportaciones al Fondo de Pensiones:
Se considera prácticamente inviable. La patronal y la aritmética financiera rechazan dicha opción.

2ª.- Disminución del importe de las pensiones:
Se presenta como inviable políticamente Más de ocho millones de votos –perdón de pensionistas- rechazan frontalmente dicha alternativa, debido a la precariedad de las pensiones actuales. Los pensionistas son en la actualidad garantes del Estado de Bienestar familiar y social. ¿Quién mantiene a los nietos y a los hijos en paro?

3ª.- Retrasar la edad de jubilación a los 90 años.
Con dicha medida se reduciría un 90% el número de pensionistas-receptores. La propuesta satisface al Gobierno y es rechazada por la patronal y los trabajadores. En todo caso sólo afectaría a determinadas actividades u oficios que no requieran esfuerzo físico, ni mental, por ejemplo intelectuales, políticos y otras especies anacrónicas y poco productivas.

4ª.- Disminución o reducción del número de Perceptores (pensionistas).
El incremento de la esperanza de vida y consecuentemente del cobro de las pensiones es la causa principal del problema que nos ocupa. La longevidad provocativa y temeraria de algunos pensionistas pone en riesgo el mantenimiento del Estado de Bienestar.
En definitiva la reducción del número de perceptores sería la única alternativa viable.

Sin embargo su aplicación presenta cierta problemática, y nos ofrece dos variables:

a) Movilidad migratoria. Es decir exportar pensionistas, estableciendo una serie de prioridades: importe de la pensión, edad, estado de salud, etc...

b) Retirar el cobro de la pensión a aquellos pensionistas recalcitrantes e insolidarios que se resistan a emigrar del geriátrico al tanatorio, en un plazo prudente y perentorio.