Uno de los secretos mejor guardados de la literatura española lo desveló Concha Espina, que frecuentaba con otras ilustres damas la tertulia de Pilar de Valderrama, la amada
misteriosa de Antonio Machado.
240 cartas testimonian la pasión del poeta andaluz, que inmortalizó el paisaje castellano desde Soria, donde era profesor de francés y vivió su primer romance cuando se casó con Leonor Izquierdo una bella joven de quince años, a quien la muerte arrebataría tan sólo tres años más tarde tísica, mientras el poeta se encontraba en París.
El poeta se traslada a Baeza para en 1932 recalar en Segovia y volver a su Castilla del "olmo viejo, hendido por el rayo" y es allí donde este literato que se quejaba de "su torpe aliño indumentario" y del que Gerardo Diego decía que hablaba en verso y vivía en poesía, conoce a la mujer de su vida a la que bautiza Guiomar rememorando a la esposa de Jorge Manrique.
Don Antonio el excelso poeta y dramaturgo de la generación del 98 contaba a la sazón 52 años y en un encuentro propiciado por una amiga conoce a Pilar de Valderrama una señora casada de 38 años que tenía tres hijos y atravesaba una profunda crisis sentimental por la infidelidad de su marido con una joven que se suicida. Todo un dramón lacrimógeno, tan inverosímil y triste como ciertas existencias martirizadas por el amor.
Fue un amor a primera vista, una pasión incontenible, aunque ella le advirtió que no traicionaría jamás a su marido, un amor poético, espiritual y casto, que ilusionara y emocionara a las jóvenes del amor libre y a las personas soñadoras incapaces de salir de la "niebla" de Miguel de Unamuno.
Doña Pilar, que era una dama de alta alcurnia, con un padre ministro de Sagasta, tuvo dos hijos varones y una hija, que se casó con un pintor Viladomat, que a su vez tuvo una hija Alicia Viladomat.
Toda esta incursión familiar nos sirve para explicar que Alicia Viladomat, una gran dama de la alta sociedad española, es la única nieta de Guiomar y en los últimos años se ha convertido en la custode de su abuela, a la que ha dedicado una gran exposición de Guiomar en Palencia y ahora organiza un tour para honrar a Guiomar. Próxima cita: Valladolid.
El día 29 de noviembre esta altiva gran dama organizó un estupendo recital poético-musical en el Centro Riojano de Madrid ante un ilustre público poblado de nobles y diplomáticos reuniendo al violín de Victor Ambra con la guitarra de José Antonio García con los poetas Rocío López y Javier Lostalé con el editor Santiago Catalá, que ha presentado el libro 'Guiomar - Antología poética' de Pilar de Valderrama.
Todo un acontecimiento que anunció 24 Horas de televisión española. Hubo tanta asistencia que no sólo llenó la Sala de la Lengua sino que tuvo que alimentar a los que no pudieron entrar con un estupendo jamón, un exquisito foie gras y un no menos notable vino riojano. Todo un ágape para el espíritu con las músicas de Albéniz, Granados y Falla y los versos machadianos de López y Lostalé y para el paladar para todos.
Desde que se cerró Embassy, lugar de encuentro de la aristocracia y del mundo social madrileño su coqueto y elegante vecino el Centro Riojano se ha convertido bajo la joven y exigente batuta de José Antonio Rupérez,el hombre que no duerme, en un sustituto de calidad, un Ersatz de lujo, donde se cata y se piensa.
Deseo felicitar a Alicia Viladomat, con quien me une una buena amistad por impulsar el "guiomarismo" y saber aunar poesía y música. Alicia es lo que en Italia llaman una "sacerdotisa" de la cultura, que mantiene en su casa de la Castellana un salón literario y que apadrina a jóvenes artistas en una labor muy meritoria de mecenazgo.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
