Así se podría definir la política informativa de El País, que tuvo una etapa de acercamiento a Ciudadanos, pero que después del voto de censura se ha pasado con armas y bagages al PSOE de Pedro Sánchez.
Se hostiga al PP, se trata de socavar el liderazgo de Casado y ahondar las

contradicciones y semejanzas con Vox y claro está sacar a relucir todos los trapos sucios de este enfangado partido. Ocultando y minimizando la corrupción andaluza.
Se persigue a la iglesia católica insistiendo en los casos de pederastia, encubrimientos y victimas. Todo un culebrón. Naturalmente no se habla o solo de refilón de la educación concertada.
Hacer publicidad a Carmena tratando de convertirla en referencia única de toda la izquierda.
Eludir las críticas a Sánchez y resaltar únicamente lo positivo de su política errática. Se oculta y se esconde en páginas interiores su viaje a Cuba y sus claudicaciones ante la dictadura cubana.
Exaltar el buen papel de Sánchez, nuestro querido Divino Pedro, en todo lo relativo a Gibraltar, convirtiendo la labor informativa en un ejercicio de posverdad.
Se arrincona a Ciudadanos minimizándoles y convirtiéndolos en uno de los tres partidos de la derecha.
Se favorece la política de indultos y se pone en tela de juicio la pretendida rebelión de Llarena. Se apoya al gobierno en la frustrada renovación del Consejo del Poder Judicial.
Se oculta el escupitajo a Borrell, no mencionando este asunto en la crónica del día y se da la impresión de la equidistancia entre extremistas.
Respecto a Franco intensificar la propaganda sobre atrocidades y fosas comunes y hacerse embajadores de la Memoria Histórica.
Por lo tanto las informaciones que facilita El País pueden calificarse de mendaces y partidistas.
Como suscriptor y asiduo lector de este importante periódico siento vergüenza al leer su descarada propaganda a favor del sanchismo. Es la TV3 de la Prensa Española.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com