Entre las muchas actividades que he hecho me faltaba ser jurado de un Festival de Cine. Ha tenido que ser la amistad de una pareja singular la que me ha llevado a este Festival
de Cine y Arquitectura 'FICARQ VI' que arrancó el día 20 de noviembre en Madrid y que acomuna dos faunas diferentes, la de los cineastas constructores de ficciones que nos hacen soñar con los arquitectos que pueblan nuestras vidas con sus obras.
Un difícil maridaje de creativos, que se complementan perfectamente formado por un atractivo leonés señor de los montes y una asturiana garrida de pura cepa. Miguel Ángel intrépido arquitecto y Ana un dechado de afán cinematográfico. De este choque de trenes ha sugido este singular Festival y el nacimiento de un hijo.
El Colegio oficial de Arquitectura de la calle Hortaleza, muy cerca de la iglesia donde el Padre Ángel ejerce sus caridades y sus artes escénicas, un sitio perfecto para dar comienzo a estos días de cine, ficción y documentales. Se empieza a lo grande con el apasionado Miguel Ángel, desgranando el programa, y la entregada Ana vestida a la sazón de limonero pronunciando palabras repletas de entusiasmo que contagian al variopinto auditorio.
Se empieza premiando al filipino Nilo Rodis Jamero y a la Fundación Arquia.
Se les entrega el Puente entre las Artes. Nilo Rodis es productor de cine e interviene en grandes films como en los efectos visuales de Starwars como director artístico. Está acompañado por una bella periodista japonesa y un exótico traductor antillano. Está muy agradecido por su premio y pronuncia palabras muy humorísticas de agradecimiento.
La Fundación Arquia es una institución cultural privada que se fundó en 1990, su objetivo es promover proyectos culturales y sociales de arquitectura, diseño, construcción y urbanismo. En la práctica actúa como banca sin ánimo de lucro.
El jurado del que formo parte está presidido por Alfonso Albacete, director de cine y guionista y tres distinguidas arquitectas. Nos reunimos en el restaurante Clos el día 22 para dilucidar los premios entre 8 películas y 27 documentales seleccionados entre más de 800. Todo un reto. Contaremos con el asesoramiento del director Zoe Berriatua.
Después de las palabras la recepción muy colorida con un clan iraní muy lucido, con un millonario trotamundos, Sasan, y una prima Donna persa, Nasrin, con madre y un diplomático muy cortés. Se produjo un atisbo de romance entre un aristócrata de Oviedo el gran Manu, con una estupenda actriz búlgara repleta de curvas, que recordaban al príncipe y la corista.
No faltó a la cita Cristina Almeida, la gran abogada de la transición, ni artistas con aspecto de primos de Woody Allen, ni una bellísima rumana con un caballero flor de gimnasio con aspecto de fornido gigolo. Ni una actriz de una conocida serie "La que se avecina", que como comentaba Bob Hope era el tipo de mujer que le gustaba porque al ducharse no se mojaba los pies.
Un público alegre, vistoso y animado, que acogieron con gran agrado este Festival de Arquitectura y Cine. Asistió una directora general de promoción cultural de la Comunidad de Madrid, María Pardo, una de estas mujeres sabias, un recuerdo a Moliere, y de buen aspecto que circulan por Madrid y un representante de Fomento con aire diligente. La embajadora de Ghana, Elizabeth Adjei, dió lustre a esta sexta edición y siguió con mucho interés esta presentación.
Zoe Berritua presentó el Festival y hubo un maestro de ceremonias ataviado con una chaqueta de domador de tigres y una bella y sobria activista. Los tres dieron realce a este estupendo lanzamiento de un Festival que vale la pena, pues abre rutas inexploradas para los aficionados al cine.
Miguel Ángel y Ana, dos beneméritos de la cultura han conseguido en un tiempo brevísimo poner en pie esta edición de FICARQ. Bravo a ambos.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
