El matrimonio de científicos compuesto por Jeffrey Sachs, el amigo americano de GD y su mujer, la pediatra Sonia, son unos luchadores natos. Su gran caballo de batalla es
conseguir un sistema nacional de salud para los Estados Unidos a imitación de Canadá y los países europeos.
Pero esta pareja de idealistas no se detiene en sus propias fronteras y con ese afán evangélico de salvar al mundo que caracteriza a los estadounidenses dirigen su visión a los países menos desarrollados y con más problemas graves sanitarios.
Para lograr las metas de los objetivos de desarrollo sostenible en lo relativo a la sanidad, ODS 3, es imprescindible buscar un mecanismo de promoción de la salud que sea bueno, bonito y barato.
Parten de la experiencia de los "médicos descalzos" chinos, que fue una valiosa herramienta del maoísmo en los años cincuenta al poner en pie un cuerpo de trabajadores sanitarios o cuidadores rurales, que con una pequeña formación y sin estudios académicos promovían la salud de la población.
Si la formación de un médico cuesta 3500 dólares la capacitación de un auxiliar sanitario con nociones elementales y que viva en el medio rural o en las barriadas populares viene a costar por persona solo unos 7 dólares al año. Es un incentivo para implementar buenas prácticas de higiene y de salud.
Los líderes africanos se han comprometido el 26 de octubre a desplegar una verdadera armada de la salud en África para luchar contra sus males endémicos, como el SIDA, la malaria y la tuberculosis y ayudar a erradicar la pobreza. Se trata de dos millones de auxiliares sanitarios.
Un programa que se basara en la formación de médicos a parte de costosísimo crearía una élite privilegiada que no querría vivir como los desfavorecidos, como son la mayoría, se empecinarían en vivir en las grandes ciudades e incluso a trabajar en el extranjero en los países desarrollados.
En cambio formando a los auxiliares sanitarios comunitarios y en los medios rurales se consigue capacitar sin desarraigar y se empieza a implantar un sistema nacional de salud desde la base, de abajo arriba y no al revés.
Los Sachs se mueven en ese tejido de millonarias fundaciones y de Super magnates que
existen en Estados Unidos y que como la Fundación de Melinda y Bill Gates impulsan estas acciones samaritanas en los países más pobres del mundo, aunque si ayudaran a desmontar el sistema injusto de medicina para los ricos que rige en su país conseguirían predicar con el ejemplo.
Es un tema muy complejo, que juega con vidas y destinos de millones de seres humanos y que merece reflexión y acción. Invito a las personas interesadas a solicitarme que les envíe el artículo completo, una ponencia universitaria, de este benemérito matrimonio aspirantes a recibir el Premio Nobel de la Paz por su contribución a establecer unos Objetivos de Desarrollo Sostenibles inspirados en la acción de las Naciones Unidas. Pensar globalmente y actuar localmente. Mi pequeña contribución es tratar de compaginar estas acciones mundiales con el sentido común, ese sentidiño que repite el Maestro Don Xulio desde Lugo para el ancho mundo.
Joaquin Antuña-joaquinant@hotmail.com
