Quevedo: Poeta y Profeta
jueves, 08 de noviembre de 2018
En un breve repaso a los clásicos de nuestra Poesía me encuentro con un mítico poema de Quevedo, que viene como anillo al dedo para reflexionar sobre la penuria moral de nuestra sociedad actual.
Me he permitido seleccionar algunos versos del Romance y de un soneto, que describen fielmente lo que el inmortal poeta alojaba en su fecunda mente.
ROMANCE
A la Corte vas Perico,
niño a la Corte te llevan
tu mocedad y tus pies.
Dios de su mano te tenga.
Fiado vas en tu talle, caudal haces de tus piernas;
dientes muestras,
manos das, dulce miras, tieso huellas.
Mas si allá quieres holgarte,
hazme merced que en la venta primera
trueques tus gracias
por cantidad de moneda.
Alabaránte el andar
si anduvieres por las tiendas,
y el mirar si no mirares
en dar todo cuanto quieran.
Si tomares mis consejos
Perico que Dios mantenga, vivirás contento y rico
sobre la haz de la tierra.
Mientras tuvieres que dar
hallarás quien te entretenga, y en expirando la bolsa
oirás el Requiem eternam.
SONETO
¿Miras ese gigante corpulento
que con soberbia y gravedad camina?
Pues por dentro es de trapos y fajina,
y un ganapán le sirve de cimiento
Con su alma vive y tiene movimiento,
y adonde quiere su grandeza inclina
más quién su aspecto rígido examina
desprecia su figura y ornamento.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Que Quevedo ha sido un gran poeta
es en todo el orbe bien sabido
pero su condición de profeta
por pocos era conocido.
¿Cómo pudo Quevedo imaginar
que en la España del siglo XXI
se iba a cumplir su triste profecía sobre
los muros de la Patria mía
si un tiempo fuertes, ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
¿Cómo pudo aventurar
que el Perico de su Romance singular
volvería a resucitar
en esta España agitada y plurinacional?
¿Qué personaje actual,
de relevante cometido
aparece fielmente definido
en el épico romance de Quevedo?
Está señalado con el dedo,
si por nombre es Perico (Pedro)
sólo nos falta ponerle el apellido.
Vázquez Liñeiro, José Ramón
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