El embajador Arturo Pérez Martínez es un hombre dotado con gran magnetismo, de no haber sido brillante diplomático podía haberse dedicado a ser actor y hacerle la competencia a o otro gran Arturo Fernández el rompe corazones de Gijón y en vez de publicar un libro estaría estrenando algún vaudeville de Sacha Guitry o de esos autores que hacen las delicias de las damas.
Conocí a Arturo cuando era Cónsul de España en Sidney y tenía por delante la pequeña odisea de entregar unos premios escolares en un colegio que distaba unos cien kilómetros de esta espectacular ciudad con su esplendorosa bahía. Ni corto ni perezoso me presenté en el Consulado español y os puedo asegurar mis queridos lectores que pasé tres días increíbles por la hospitalidad de Arturo, que no sólo me acompaño al colegio de los escolares de 80 países vestidos con sus trajes nacionales, sino que me acompañó y desveló lo divino y lo humano de la metrópoli australiana, incluido el Club España en que los trasplantados a Oceanía bailaban el chotis madrileño.
Hoy Arturo ya precozmente jubilado desenfunda su pluma y en un día muy señalado por la visita del primer ministro japonés presenta su libro en el sancta santorum de los embajadores, la Escuela Diplomática.
Animó la presentación Silvia Cusano Nuño, la subdirectora de la Escuela Diplomática, que parecía una presentadora de la Sexta, interrogando a los dos embajadores Antonio de Oyarzabal el gran maestro de embajadores y mi amigo y gran anfitrión Arturo Pérez Martínez muy sobrio y eficaz como se dice de un buen torero.
Se destripó el significado de Mibusha, el camino del guerrero, adentrándose en el budismo, el sintoísmo y el confucionismo. Una verdadera guía espiritual para lectores que deseen entrar en la complejidad japonesa. Pérez Martínez tiene una palabra muy clara, entrañable que enseña con sencillez sin apabullar al inteligente y curioso lector. Junto a una amplia exposición de la realidad nipona se publican una serie de artículos publicados en la Revista Diplomacia, cuyo director Santiago Velo de Antelo seguía atentamente las intervenciones de ambos diplomáticos. Oyarzabal desgranando sabiduría y anécdotas.
Estos "Aspectos de Japón vistos por un diplomático español" lo pública la editorial asturiana Satori especializada en temas japoneses. La representante de la editorial Sra. Bango leyó un bonito discurso recomendando claro está la lectura de este valioso volumen primorosamente editado.
Como anécdota Silvia dirigió el debate hacia temas muy conocidos por el gran público como los samurais, los ninjas y el harakiri. Por cierto menos mal que nuestros políticos no comparten el rígido sentido del honor japonés evitándonos múltiples suicidios, los latinos somos más acomodaticios.
Muy brillante fue un largo monólogo del Maestro Oyarzabal sobre los emperadores japoneses, del gran Hiro Hito y su extravagante padre al papel que juegan los Estados Unidos en el tablero geopolítico de Asia.
Un rincón rosa no podía faltar y fue la presencia de la estupenda mujer de Don Arturo la Sra Cayuco, introducida por Oyarzabal, hablando con ella me aseguró que el suyo fue un matrimonio de amor y no arreglado como se estila en Japón. Arturo matizó que las mujeres japonesas van por detrás del marido, pero pagan las cuentas y sutilmente mandan en casa. Se veía a la legua que el embajador obedece a su mujer como sucede en todo matrimonio bien avenido.
En resumen un libro excelente para una pareja Arturo y Cayuco que representan al mundo global de nuestros días. Una presentación de Doña Silvia muy atinada y un hombre de estado como el embajador Oyarzabal.
Bravo Arturo como diríamos en Asturias con tu libro has puesto el mingo.
Joaquín Antuña-joaquinant@hotmail.com
