Otra ministra contra las cuerdas la de justicia, gran amiga de Baltasar Garzón a la que se le atribuyen contactos peligrosos con el cuestionado comisario Villarejo, el hombre de
los mil audios.
Se le atribuye haber insultado a Grande Marlaska al llamarle maricón, matizando que no se refería a su condición sexual. Darío Villanueva, el paisano y amigo de Don Xulio, tendrá que intervenir, no sin antes convocar una reunión de la Academia de la Lengua. Desde el otro mundo Camilo José Cela podría haber zanjado esta interesante disquisición académica sobre la significación de "maricón".
Sin ser lingüista pregunto a mis lectoras que sean devotas seguidoras de Carmen Igualdad, si se trata de una palabra inclusiva o hubiera sido más correcto usar el vocablo "maricona" en la línea de miembras y jóvenas.
Es increíble que una comida de hace ocho años sea sometida a escrutinio sin piedad después de tanto tiempo. Tal vez rebela que la cultura popular se ha impuesto en la mente de la ministra. La educación debe desterrar esta mofa, esta burla, cargada de odio la mayoría de las veces.
Creo que la alusión sobre Grande Marlaska deriva del lenguaje popular, que se aplica festiva e injuriosamente a los demás conductores y a los hinchas de los equipos rivales.
Por si faltara más arremete contra las "tías", que no las quiere como juezas, Dolores Delgado desea hombres. Le van los tíos, pero no quiere tías y tampoco maricones, al
referirse a Grande Marlaska.
Es un asunto típico de espionaje, de vídeos robados, de escuchas clandestinas de las alcantarillas del Estado. Quienes tengan esqueletos en los armarios tienen que poner sus barbas a remojar.
En la era tecnológica hay que tener cuidado incluso de los pensamientos. Estamos en un 1984 virtual, el gran hermano nos vigila.
Pobre Dolores, una atractiva mujer idealista, que este gobierno de majorettes puede dejar caer. Carmen Igualdad debería distribuir un manual de expresiones prohibidas o inclusivas. Por ejemplo maricón se sustituiría por machista, Tías por feministas y se les enseñaría a ocultar la verdad, pero si mentir eso nunca, pero bien maquilladita con esmero y claro nada de másteres ni de tesis.
La Villa y Corte de Madrid se enriquece con todas estas disquisiciones y los espíritus burlones se divierten y el Divino se pasea por la Gran Manzana, sacando pecho revitalizado por la sabrosa crónica de su cocinero favorito el mago Tezanos.
Ni tías ni maricones. Mujeres y hombres con sus luces y sus sombras. Vivamos y dejemos vivir.
Joaquin Antuña - joaquinant@hotmail.com
