Dándole vueltas a Plurilandia los bendecidos y paniaguados del Divino Pedro encargaron a uno de los colaboradores de Tezanos, el mago de las estadísticas, que encontrara un himno adecuado, que fuera capaz de emocionar a los súbditos. Se trataba de un mozuelo muy avispado de la afamada escuela Gürtel, que tantas satisfacciones había proporcionado al Divino. Se encerró en su habitación y despreciando comer y beber tuvo de repente la chispa de la creatividad y gritó con todas sus fuerzas atemorizado a la señora Juliana, su abuela canaria EUREKA, ya lo tengo y al día siguiente comunicó su decisión al mago, quien se mostró entusiasta. Tu llegarás y le abrazo efusivamente.
Con toda su parafernalia de sus magias y bajando la voz le dijo, "tendrás que hacer algunas gestiones. Te adelanto que la abadesa de la doble a y Carmen Igualdad están entusiastas y se lo han contado a Begoña la africana, que ha dado saltos de alegría".
Tenemos que hablar con gente de El Corte Inglés zanja autoritaria Carmen Igualdad, a quien mandar a los hombres le pone, aunque están un poco revueltos después de echar al simpático Dimas, pero les convencernos con lo del impuesto de las grandes superficies de mis amigos catalanes. Seguro que nos ceden los derechos de su canción.
Así fue como Cortylandia se convirtió en el himno de Plurilandia con algunos arreglos de Almudena Grandes y su maridito al frente del Cervantes.
La primera propuesta de letra era demasiado explícita y descarada. "Cortylandia, Cortylandia vamos todos a trincar, suavizada luego por brindar", pero la música era preciosa y muy querida por los niños y sus padres. Se necesitaban retoques épicos que hablarán de la nueva era y los altos designios del Divino, para terminar con las sombras
y buscar la luz. Almudena y su Luis el poeta lo harían. Sería algo así como el himno de la Comunidad de Madrid de García Calvo. Podría grabarlo Massiel, que está muy rodada y su 'La La La' dió mucho que hablar.
Así transcurren los días felices de Plurilandia, de disparate en disparate, de ocurrencia descabellada en ocurrencia. Plurilandia avanza.
Joaquín Antuña - joaquinant@hotmail.com
