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Autoentrevista Filosófica, XIX

viernes, 21 de septiembre de 2018
Suelo decir, porque lo pienso de verdad, que yo no tengo soluciones o respuestas, sino preguntas y cuestiones. Puedo ofrecerle a usted, miles de preguntas, miles de datos, miles de soluciones posibles a cientos de hechos o dudas o preguntas. Pero no puedo ofrecerle ninguna verdad, que no haya sido ya descubierta por la humanidad. No quiero engañarle a usted. Beba en los mares de la ciencia, y en menor medida en los ríos de la filosofía. Sea muy prudente en lo que admite como verdad, y en lo que no admite como verdad.

Porque existen demasiados lobos, demasiados, en forma de persona, en forma de colectivo, en forma de grupos, en forma de ideología, que lo que desean es apropiarse de su alma y de su cerebro, y que usted piense o desee lo que ellos quieran. Creo que lo mejor es que viva una vida normal y rutinaria, en su vocación y en su profesión, en su sociedad y en su cultura. No tiene que irse a meditar bajo un árbol a un monte lejano o formar parte de una comunidad exclusiva de libertadores, sino según su edad, continúe la vida normal y rutinaria, pero intente observar y pensar más profundamente.

P. ¿Existe mucho engaño y error en las ideas, mucho autoengaño y mucha automentira…?

R. Debemos aceptar que es una realidad, que existe mucho error en multitud de temas y cuestiones, unas adrede, otras con intención. Unas, porque todavía la humanidad no ha encontrado la solución, otras por intereses, sean de un tipo o sean de otro.

P. ¿Entonces qué…?

R. Creo que lo mejor es llevar una vida normal y rutinaria. Sé que son dos conceptos y adjetivos que no gustan. Es decir, cada uno según su edad, con sus obligaciones y vocaciones y profesión y, en su propia familia. Y después, dedicarse en los tiempos de ocio a observar y pensar el mundo.

Muchos quieren cambiar el mundo en una determinada edad, y después se detienen. Y lo que hay que hacer posiblemente, es no intentar cambiar tanto el mundo, pero nunca detenerse de dejar de pensarlo y de reflexionarlo, siempre con la racionalidad adecuada, con suficiente salud psicológica, salud material, siempre teniendo en cuenta que todo ser humano debe intentar vivir y sobrevivir en el mundo, vivir y sobrevivir con un oficio o profesión legal y moral, siempre con racionalidad y legalidad y moralidad…

P. Tenemos cientos de ideas y conceptos, cuántos y cuales son verdaderos y cuántos erróneos.

R. Cuándo usted tenga una idea o concepto sobre algo, si tiene tiempo y posibilidades, analícelo que dice o expresa la ciencia sobre ese tema. Y creo que es prudente aceptar la verdad de la ciencia, al menos, en un tanto por ciento muy elevado. Si la ciencia todavía no ha abordado ese problema, mire a lo que dice la filosofía. Pero entonces se encontrará con multitud de razones y argumentos y una docena de soluciones posibles. En este caso, usted sea prudente, deje tiempo para tomar una decisión, si es que puede, y mientras tanto siga pensando en este tema y acumulando razones y argumentos y datos y hechos… Y al tiempo, poco o lejos, combinará esos temas con otros, y posiblemente encontrará nuevas soluciones…

P. ¿Los seres humanos creen demasiadas cosas como verdad o como error, y posiblemente, no sean verdad o no sean error?

R. Creo que sí. Que los seres humanos tienen demasiadas ideas que son creencias, y creen que son razones o datos argumentados, y son solo argumentados y demostrados en un tanto por ciento. Pero creemos que las creencias solo se producen en los ámbitos de la religión, cuándo existen creencias en todos los campos, sean políticos o económicos o sociales o religiosos o afectivos o emocionales o personales o existenciales…

Ciertamente ser capaz de afrontar dichas cuestiones, es difícil, porque es ponerse contra el espejo de uno mismo. Y me temo que esto no es capaz todo el mundo de realizarlo. Y sobretodo realizar este enfrentamiento, sin dejar de llevar una vida normal y rutinaria. Es decir, continuando en la propia profesión o realidad existencial o vivencial o familiar, etc.

P. No dice usted nada concreto…

R. Quizás diga mucho, pero cada situación humana es compleja, en una frase de treinta palabras, no se puede sintetizar toda la enorme experiencia humana, cada época o cada tiempo o cada situación concreta. No soy tan inteligente para ello, no tengo los suficientes conocimientos para ello.

P. ¿Qué debe hacer la filosofía?

R. Lo que siempre ha hecho, combinándose con la ciencia, buscar la realidad, es decir, ante cualquier tema o cuestión cual es el mayor grado de verdad y bondad y racionalidad y prudencia y utilidad…

P. Cuándo te equivocas…

R. Es una pregunta enormemente compleja, que afecta a docenas de miles de cuestiones, pero los noes deben ser matizados y los síes, casi siempre también…

P. ¿Para qué sirve la filosofía?

R. La filosofía intenta llegar dónde todavía la ciencia no ha arribado, es decir, utilizar la razón y la observación para intentar buscar una demostración o racionalidad posible de temas y cuestiones que todavía el método científico no ha resuelto. Diríamos que la filosofía se adelanta con nuevos problemas a la ciencia, y por otro lado, está esperando que la ciencia aborde esas cuestiones, y nos proporcionen un saber casi absoluto y que todo el mundo tenga que aceptar como verdad… La filosofía siempre se está haciendo y deshaciendo. La filosofía es estar buscando y mirando y observando y pensando, y dejando el testigo a la siguiente generación…
Caminero, Jmm
Caminero, Jmm


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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