
Dicen los dos aprendices de poeta, autores de FIGURAS Y FIGURONES, libro sobre el que escribíamos en un artículo anterior, que todas aquellas personas a las que hacemos objeto de aparecer en estas páginas son reputaciones sólidamente consolidadas y, para terminar, diremos que es un libro en cuya concepción y redacción ha tenido una participación muy grande la sinceridad.
Estos aprendices de poeta escriben sobre Manuel B. Carro, de Lugo, ni mal ni bien, sino todo lo contrario:
En Lugo está trabajando
en el ramo de tejidos.
El pobre vive luchando
en este mundo y tirando
de sus nobles apellidos.
De Andrés Basanta dicen:
Un diputado provincial por Lugo
y un hombre de negocios -¡mala cosa¡-
¿Negociante y político? ¡Dios Santo
¡
A ver si trabajando se equivoca.
Juan Mascarás era hombre de negocios de Lugo y de él escriben:
A este señor comerciante
que tiene en Lugo un Bazar
cuando nació, su padrino
le dijo: Tu mascarás
de lo lindo en tu negocio
hasta hartarte de mascar
y además, Juanito mío,
mascarás y tragarás.
En el libro aparece también Manuel Saco, de sarria, de quien dicen:
En la comarca de Sarria,
villa de Lugo, abogado
es de gran reputación
y fama don Manuel Saco
que ha aumentado su renombre
singularmente brillando
en su digna y generosa
labor como diputado
provincial. Sus altas dotes
de inteligencia probando
por su civismo y cultura
bondad suma, afable trato
y caballerosidad,
gran respeto ha conquistado
en la comarca citada
este digno ciudadano.
O sea, como queda dicho en el anterior artículo, dan una de cal y otra de arena, pero, vender, vendieron libros.