Que te lleva a escribir más de mil artículos entre 2015 y 2018 es un verdadero misterio

para vuestro cronista. Una doble pasión la de España y el mundo. Con mucho sentido del humor, que roza el sarcasmo. El realismo mágico de Gabriel García Marquez y el nuevo periodismo de Gay Talese, tal vez las greguerias de César Ruano. Son las fuentes de inspiración.
Una visión diferente desde los valores y objetivos de las Naciones Unidas que me impulsan a formar parte de la Tercera España, que se distanció de las dos Dictaduras del siglo XX que tuvo, mejor dicho padeció, nuestro país, pero al mismo tiempo renegando de quienes quieren instaurar una nueva caverna resucitando el anticlericalismo y el ateísmo del siglo XIX y el enfrentamiento entre los españoles abrazando la bandera del anarquismo y del irredentismo de los separatismos con personajes estrambóticos que parecen surgidos de la pluma del mejor Valle Inclán de los esperpentos.
Una visión crítica de la nueva religión del ecologismo, que recuerda a la fe del carbonero, aunque ahora se le descarboniza.
En vez de armonía entre los sexos una feroz lucha contra el machismo y exasperación del feminismo, que frena la natalidad, dispara los divorcios y alienta la soledad.
Al mismo tiempo una visión optimista del futuro, a pesar y gracias a esta segunda revolución industrial y la nueva era digital, que impone grandes retos y abre las puertas a una nueva humanidad.
Un resurgir de África, que está en ebullición. Un gigantesco paso adelante de China y la India, un cesarismo democrático en Rusia. Países emergentes como la vieja Persia, la Sudáfrica del arco iris, el México de la creatividad, un conflicto sin resolver en Oriente Medio y una Unión Europea en marcha.

En educación una afirmación de la Cultura de la Paz con sus adalides Nelson Mandela, Martin Luther King y la madre Teresa. Paz y reconciliación. Pax et Concordia.
Más allá de los grandes ideales y objetivos anclados en las Naciones Unidas, único foro mundial en que están presentes todas las ideologías y creencias, la picaresca de un país latino, amiguista y nepotista, cínico y folclórico, caza subvenciones y sin ética publica, pero al mismo tiempo vitalista, entrañable y fiestero, un fiel retrato de la España del Buscón de Quevedo.
Como comprenderán mis amables lectores hay temas suficientes para inquietar y divertir al mismo tiempo.
Joaquin Antuña
joaquinant@hotmail.com