Mientras el Iluminado de Blanes y Carlitos el Tramposo, Torra y Puigdemont, los singulares paladines de Plurilandia, tratan de armar la Marimorena en Cataluña he leído una infame carta al director en un diario madrileño en que se ataca a una concejala de Arganzuela doña Carmen Rodríguez Florez por sustituir en su distrito la desprestigiado enseña nacional por la bandera del orgullo gay.
Es verdad que muy pronto en este castizo distrito madrileño deberá ondear en la Casa del Reloj junto a la del orgullo la de Plurilandia, pero todo se andará.
Mi indignación contra ese indigno ciudadano que no comprende que Doña Carmen es una Adelantada del futuro y guiado por irreprimibles instintos fascistas pone en solfa esta iniciativa. Esta exaltación del orgullo ha servido para lograr la disminución de la población nacional y contribuir a luchar contra la plaga horrenda del machismo.
Tan estupenda es esta fórmula genial, que aplaude con delectación Carmen Igualdad, que ha suscitado el interés de distinguidos cientificos plurilandeses que han propuesto al Divino Pedro aplicar esta fórmula genial al mundo animal en aras del supremo interés nacional.
La cabaña de cerdos con sus ocho millones de natalidad desaforada, los gazapos, esos conejillos, que se comen las cosechas de las Castillas, las manadas de lobos que aumentan a ojos vistas, incluso los osos asturianos, las especies invasoras de los cangrejos y las cotorras, todo este crecimiento podría contenerse si se introdujera el
orgullo entre nuestros hermanos animales.
Un hermano lobo debidamente adoctrinado, aquí deben esmerarse el equipo de Tezanos y las amazonas de Carmen igualdad, dejaría en paz a las descocadas lobitas y se dedicaría a otros menesteres.
Naturalmente se prohibiría aplicar esta fórmula genial a las especies en peligro de extinción como el urugallo de los Picos de Europa y el lince ibérico, sobre todo después de la visita de la canciller Merkel y del Divino.
Quede pues glorificada Doña Carmen Rodríguez Flores que por cierto debería sustituir al anacrónico San Antón en las festividades religiosas, ahora sólidamente civiles, que harán las delicias de la Plurilandia Super laica. Arganzuela y su bandera nos abren inusitadas fórmulas para nuestra querida fauna ibérica.
Joaquin Antuña
joaquinant@hotmail.com
