Donde digo digo digo Diego ha sido la palabra de orden del Divino Pedro, que ha renegado de sus palabras con una facilidad pasmosa. Decretazos, devoluciones en caliente, clientelismo, puertas giratorias. Todo patas arriba. Perder la memoria es habitual en los politicos, recordemos a Rajoy que iba a bajar los impuestos y los subio. Sin embargo el Divino sufre de amnesia, no me refiero a una disco de Ibiza, profunda.
Ahora mientras contempla a las futbolistas de España en su final contra Japón piensa en los réditos electorales de apoyar a estas estupendas mocetonas del balompie patrio.
Le ha apasionado siempre el baloncesto y el partido en un estadio desangelado le aburre y entonando los ojos vuelve a su debate interno, a su gran tentación, desarbolar las reglas democráticas cortocircuentando al Senado e imponer su diktat por decreto superando a una ley orgánica. Un modelo bolivariano que empieza a hacerle tilin y que encandila a los de Podemos. Además como recomendaba Zapatero hay que sacar de la modorra a los españoles y "crisparlos", con la exhumacion de los restos de Franco. Enconarlos, encabritarlos con historias del pasado, resucitar la derecha de Gil Robles, quitarles votos a los de Podemos y sacar a relucir el alma autoritaria de una derechona a la que los ataques a la Iglesia, católica naturalmente, podrían sacar a la calle.
Esta tentación autoritaria le hacía sentirse unos días Largo Caballero y otros Prieto, cuando recapacita sobre su política actual. Duda entre poner platos suculentos a los jubilados, a los nacionalistas y a los peronistas de podemos para convocar elecciones que le ayudarían a ganar estos potenciales descamisados o tomarse las cosas más tranquilamente, repanchingarse en el poder, decir una cosa y la contraria y verlas venir, viajar a engatusar a la Merkel y sonreirle a Macron. Codearse en Naciones Unidas con los poderosos del mundo y lucir palmito en esas tediosas reuniones internacionales, abriendo la boca lo menos posible.
Las japonesas pequeñas y compactas. Las españolas atractivas y corpulentas. Una
arbitra francesa. El Divino en la minúscula presidencia de este campito de provincia. Rubiales luciendo calva y con rostro decidido. Dios los cría y ellos se juntan. Iguales en ambición y audacia. Dos buenos jugadores de poker.
Rojas contra azules. El Divino Pedro se relamió de gusto pensando en su enfrentamiento particular de rojos contra azules. Soñó en estas futbolistas de la camiseta roja convertidas en milicianas arrojando de su tumba al carnicero de El Pardo, en tricoteuses esas estupendas damas que hacían calceta mientras rodaban las cabezas de los enemigos del pueblo.
Estas estupendas rojas parecen muy motivadas,pero inofensivas, habrá que exacerbarlas se dijo el Divino, averiguar cuantos fusilados tienen su mochila, siempre que las víctimas sean del bando republicano. Tenemos que enfrentarlas con las odiadas azules con sus tediosas familias, sus matracas contra el aborto y su resquemor contra los hombres que no dan la talla. Malditos machistas. Me cuenta un asturiano que en Avilés están haciendo talleres de como "ligotear" sin machismo. Se lo voy a decir a Carmen Igualdad para organizar algo así con Carmena en Lavapiés con muchos manteros y sin esos odiosos polis municipales.
Las rojas de los amores multiples, que pueblan las ensoñaciones del Divino, están dominando, mientras las azules están agazapadas, como esos canallas del PP y de Ciudadanos, hay que sacarlos a la luz. Caracol, quiscol saca los cuernos y ponte al sol, canturrea el Divino. Sigue el partido, que está que arde. Las españolas acorranlado a las japoneses.
Rubiales esta rumiendo si cesa fulminantemente en el descanso al entrenador español. Le puso mala cara al darle la mano. Esto es inaceptable y si además como se rumorea es amigo de Florentino, entoces hay que deshacerse de ese tipo antipático.
Al final del primer tiempo las azules se adelantan y después se imponen tres a uno. Se humilla a las rojas. El Divino tuerce el gesto. Saca el móvil y le pregunta a su guru, su jefe de gabinete, si podrán considerarle gafe y si le restará apoyos. Que foto se ha perdido estrujado por las ardientes rojas. Se la hubiera mandado a la Merkel y a Carmen Igualdad y sus girls. Que ocasión perdida.
La victoria de las azules le puso de mal humor. Begoña tenía razón tenía que haber ido con el Phanton y sus gafas tan molonas para acongozar a las japonesas. Falló el marketing!!!
Viendo al Divino tan preocupado y rebuscando como derrotar a sus azules, me consuelo en El Parche, la Plaza España de Avilés que celebra las Fiestas de San Agustin, cantando y bailando, bueno moviéndome y coreando por bajines un poco, con toda la chavaleria local, lo de Despacito, la chica yeyé y resistiré que a toda mecha toca la orquesta Europa.
Al Divino le manda al sofá la bella Begoña para que la deje dormir de una vez. Ya esta bien de azules y rojos. Quiero dormir.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
