No me refiero a Carmen Calvo la vicipresidenta y ministra de igualdad,enemiga número uno del machismo y de destrozar el castellano introduciendo un español para damas enfurecidas,portavozas y miembras de una cruzada para feminizar la constitucion,no entra en esta modesta crónica,que no es "inclusiva",la palabra de moda de esta congregación de la violencia de genero,que tiende a enfrentar a mujeres contra hombres.
Se trata de una película francesa,estamos invadido por el cine galo,del director Tonie Marshall,interpretada por Emmanuelle Devos,una muy creíble directora general de una gran empresa eolica,que se ve envuelta en un mar de intrigas para convertirse en gran patrona de la gestión del agua,una especie de Canal de Isabel II en Francia.
Es un tema que parece sacado de los episodios de corrupcion,que han rodeado al agua en España,con dossiers secretos,con comisarios del estilo de Villarejo,que manejan infundios,provocan tentativas de suicidio y provocan,contribuyendo de forma decisiva, enrareciendo el ambiente político y tiene también enfrentándose a los tribunales al
mismísimo Alberto Ruiz Gallardon,otrora candidato a delfín del Reino y que ahora se ahoga en las aguas turbias del Canal de Isabel II.
No faltan tampoco los ribetes personales,la soledad del poder,las puñaladas de los compañeros de trabajo y de politica,que reccelan de una mujer muy brillante,que hasta habla chino y encandila a los omnipresentes asiáticos.Es como una laguna de la Florida repleta de caimanes cuya única lógica es la trilogía del poder,el sexo y el dinero.
Ni la vida privada que imitando a una serie de culto danesa se ve amenazada por un marido extranjero que se ve empequeñecido ante esta hembra superior,que desea imponerse en todos los campos y un padre Don Juan que se beneficia con su encanto de sus alumnas,mientras su mujer se suicidó.Muchos topicos,que rozan el culebron,pero que se sortean con garbo.
Me imagino que si Cristina Cifuentes ha visto esta interesante película habrá sentido escalofríos y habrá vuelto a vivir las intrigas que dieron con ella en el barro y en el supremo ridículo con la grabacion y reproducción del video del hurto en el super.Todo gracias al fuego amigo,segun la clásica distinción entre enemigos y amigos de partido,todos en el mismo saco.
No es una película feminista al uso,de esta época del Me too,sino una estimulante historia de superación sin tener que pagar el precio de la corrupción y de las trampas de los zorros del camino.Es una caperucita roja que se impone al lobo feroz,abraza a su abuela y se casa con el viril leñador.Una triunfadora.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
