Creación del culto a Sánchez

Pedro Sánchez está reconstruyéndose a sí mismo para llegar en las futuras elecciones generales a 140 diputados socialistas, 56 más que los 84 actuales, y para ello necesita actuar como Cronos, el titán progenitor del padre de dioses y hombres, Zeus.

Por el camino, y tras derrocar a Urano, su propio padre, y unirse con su hermana Rea, tuvo cinco hijos a los que comió para evitar que lo derrocaran como él al suyo, aunque no se dio cuenta de que ella salvaba al sexto, Zeus.

Sánchez luchó como un titán en el PSOE, fue derrocado, perdió más y más en cada elección, comió y come hijos y, en contra de muchos cálculos logró ser presidente del Gobierno español aliándose con el diablo del separatismo y del chavismo.

Entre tanto el PP, que había gobernado entre el final de 2011 hasta el 31 del pasado mayo, está en la pelea de nombrar un líder/lideresa en el Congreso del 20-21 de julio.

Teniendo en cuenta las armas de agitación y propaganda con las que cuenta ahora Sánchez será difícil que lo dañen: ni supieron ni saben manejar la comunicación. Sólo Ciudadanos está preparado para competir.

Porque el nuevo presidente está creando un eficaz sistema de culto a la personalidad, con fotografías, entrevistas, y gestos populistas copiando a Kennedy y Obama.

TVE, con directivos aún nombrados por los populares, le hizo una sonrojante entrevista con perrito como nunca se habría atrevido con alguien del PP.

“Tengo claro el perfil, pero no tengo claro el nombre”, dice en una hagiográfica entrevista con El País sobre el futuro director de RTVE.

Pedro Sánchez está autoconstruyéndose y nos anuncia ese creciente culto a la personalidad; y como Cronos, se comerá con agitprop a cualquier posible rival.