El Divino Pedro es un maestro en decir una cosa y la contraria al mismo tiempo. Hay que interpretar lo que quiere decir y no lo que dice. En una entrevista realizada para El País
por la veterana periodista Soledad Gallego. Sánchez esquiva todas las preguntas y contesta como hacía el oráculo griego con un acertijo. Un si pero no y todo queda en el aire.
Solo es claro en dos temas fuertemente ideológicos la eutanasia, que sufragará la seguridad social. y sacar a Franco del Valle de los caídos, que incluso será urgente, sin aclarar cuando ni como. Después de este bombazo contra los conservadores, dice tan serio que lo hace para conseguir la reconciliación de los españoles. No creo que se lo crea ni él, pero si que las utiliza como cortafuegos para un posible descontento ciudadano por el efecto llamada de su "aquarius".
Sobre las medidas económicas tira balones fuera, muy apropiado en época de mundiales, no aclarando si subirá los impuestos, ni su cuantía y sacando a pasear como se saca a un gigantesco mastín, el impuesto a las transacciones económicas y el impuesto a la banca, que nos dice habrá que ponderar.
Respecto a Cataluña es todavía más vago se escuda con la melena de Lady Godiva, que difícilmente le cubre el cuerpo, no quiere caer en provocaciones y habla y no para de diálogo y veladamente recoge una de las peticiones de los independentistas, que se trata de un problema político que tiene que resolverse de la misma forma y no en los tribunales, pero todo entre fintas y dobles sentidos.
Regeneración democrática olvidando a Andalucía donde se ve que la Esperanza trianera absuelve a los amigotes de las ERES y con idéntica desenvoltura aplaza la financiación autonómica y otros asuntos polémicos y controvertidos a la próxima legislatura.
Naturalmente ni una palabra de convocar elecciones. Donde dije Diego digo lo que me da la gana.
En su primera intervención internacional sigue con su maestría en el arte de no decir nada. Luce palmito y poco más. En el avión tipo Air Force One se retrata con gafas de sol imitando a Kennedy.
No suspende, ni tampoco aprueba el Divino Pedro es un enigma, un jeroglífico viviente.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
