Aniversario del nacimiento de Francisco de Fientosa

En un aniversario más, quiero recordar al joven poeta cuyos versos sencillos y serenos nacieron de un sentimiento profundo de amor por su Galicia rural.

Francisco Vega Ceide nació en Santa Leocadia, muy cerca del río Azúmara y de lo que es hoy el Centro Cultural Xosé Manuel Carballo. Los muros de su casa natal, ruinosos y cubiertos de “fieitos” y enredaderas, pero en pie, son testigos mudos de una infancia feliz. Ese río fue la musa inspiradora de versos cargados de nostalgia y amor por la tierra que lo vio nacer.

Como dice el cantautor Pedro Guerra, “se enamoró de un río/de su presente fugaz/del remanso escondido.”

También Francisco se enamoró de su río; de esa tierra rumorosa a la que sólo ansiaba volver “mi viaje es solo un regreso/una vuelta al río, /a la casa natal, /a la imagen de Galicia/de ayer y de siempre.” “lejos o cerca de ti/ yo sigo siendo tu amigo. /No en vano también estoy/envenenado de río.” Confiesa en sus poemas.

RÍO AZÚMARA

Como caudalosa arteria
Desciendes de las montañas;
Castro de Rey te recibe
Convertida en vena plácida.
Durante tu cauce apacible
por vegas y tierra llana
dejas señeras lagunas,
cobijo de aves acuáticas.
De tanto en tanto un otero
vigila atento tu paso.
Cansado de andar caminos
te acuestas en su regazo.
y le regalas a cambio
las aguas de tu remanso.
Es hora ya, peregrino,
de seguir hacia adelante;
tu sino es unirte al Miño
y llegar hasta la mar.
A Guarda espera serena
el final del recorrido.
El llamado imperativo
de un océano bravío
acallará para siempre
tu rumoroso quejido.

(Poema de Elsa Vega Aguilá, familiar de Francisco Vega Ceide-Francisco da Fientosa, en el aniversario del nacimiento del autor, 22/05/2018, desde Mendoza-Argentina).