Tenemos un gran samaritano en España, se trata del Presidente de la Generalidad de Cataluña, cuyo primer acto, después de inclinar el espinazo ante su amo, ha sido visitar a los encarcelados. Qué bonito es
ver que los políticos no se olviden de las bienaventuranzas. Es absolutamente conmovedor fundirse en un abrazo con los perseguidos de la justicia, enjugar las lagrimas de sus deudos y ofrecerles consuelo.
Este venerable y honorable Sr. Torra ignora que como representante del estado en su Comunidad debe respetar las leyes, la Constitución y rendir tributo el Jefe del Estado, el Rey. Contrasta esto con ese acendrado espíritu evangélico digno de ejemplo y alabanza para los dos millones de ciudadanos que le apoyan. ¿Qué es una ley de leyes? ¿Qué es una constitución? Es, para Torre y sus amigos, papel mojado o incluso peor.
Me imagino a este ilustre xenófobo, recorriendo las estaciones del Vía Crucis golpeándose las espaldas, y portando un cilicio que le rasga las carnes, entonando su delirio por Cataluña. ¡Qué bellas imágenes! que bonito sería poder recoger estas andanzas gloriosas de nuestro héroe.
Tuve una familiar en prisión, saliendo de la adolescencia, y recuerdo lo triste que es este episodio. Por eso ante mí Torra ha crecido en admiración y respeto. Lástima que con su generosa actitud esté incrementando la condena de estos sublevados contra la Nación Española.
Sigo fabulando y veo a este prolífico practicante del odio contra los españoles, llevando unas flores a la cárcel de Extremera en honor del Sr. Granados que construyó la cárcel y tuvo el honor de ser su huésped más ilustre hasta que aparecieron los Brave Hearts catalanes.
Se toma por desafío lo que es simplemente un acto de amor desenfrenado a una patria gloriosa, que al igual que los populistas
italianos convertirán los páramos en vergel floridos y en maravillosa siembra que den su fruto. Como se financia este país de Jauja es un misterio que tenemos que preguntar a Luigi di Maio, Matteo Salvini y Quim Torra.
Como los mejores boleros lo que importa es el sentimiento. Y ese aire tan compungido y tan serio de todos estos caballeros y damas que llevan lazos amarillos, que recuerdan por su actitud sombría el animal totémico de los catalanes, el bello asno.
Los hermanos Estopa que participaron con tanto garbo en la despedida a Iniesta, el futbolista sin par y tacha, deberían dedicar unas coplas a este Quim Torra visitando las cárceles. Se rendiría así homenaje a este singular personaje que viola las leyes, injuria con su actitud al Rey, pero es compasivo hasta las lagrimas con sus compañeros de fuga hacia ninguna parte.
Es un buen Samaritano, tal vez eligiendo el mejor presidio para el futuro. Hombre precavido.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
