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El derecho a ser burgués

miércoles, 23 de mayo de 2018
Amigos lectores quiero salir en defensa de Pablo Iglesias y de Irene Montero, que desean ser burgueses que cuiden a sus hijos en un buen El derecho a ser burguésambiente, que reniegan de las estrecheces y de las aglomeraciones. Es injusto el ataque que sufren por la acorazada franquista, de quienes les quieren ver en Vallecas, cuando ellos se ven en burgueses respetables y acomodados.

En Francia la gauche divine ou caviar, la izquierda exquisita que se eterniza en los cafés y en los bistrots, las tascas con sabor literarias francesas, han acuñado una simpática frase, que ofende a mis defendidos Irene y Pablo, 'les bourgois sont comme des cochons', los burgueses son como los cerdos. Esta insidia molesta, claro está, a estos líderes proletarios exvallecanos.

Porque estar eternamente angustiados por los problemas de los demás, cuando se puede estar repanchigado en la urbanización viendo una puesta de sol, piensan estos burgueses, que tienen todo el derecho, incluso bendecido por la Iglesia, de vivir tranquilos y felices 'en las verdes praderas'.

Porque no aplaudir a estos burgueses de barbacoa que disfrutan con las series de juegos de tronos, los ciudadanos tenemos que olvidarnos de esas bagatelas de los desahucios y del hambre en el mundo. El perfecto burgués, como aspiran los simpáticos Pablo e Irene, debe alcanzar el nirvana de la ausencia de interés por los demás, de estar en la inopia.

Sufren ataques injustificados, a Pablo le cambian lo de Coletas por Pijotas‎ y a Irene, la princesa de los proletarios, la tildan de Maruja que se las ha arreglado para cazar a su hombre, el primer gallo en el corral y luego a vivir que son tres días, con niños, maridito y suegra. Un modelo estúpidamente criticado por las feministas. Meghan era muy feminista y la lista se ha convertido en duquesa de Sussex y se ha casado como un día haremos mi Pablo cariño amor, como debe ser, en una parroquia de Entrevías, para hacer un guiño a los compañeros.

Han pedido a Monedero, el teórico del hermoso desastre y desbarajuste de Venezuela, que idee una plataforma ideológica del derecho a ser burgués de forma revolucionaria, tal vez empleando coches eléctricos o duchandose con agua fría los días impares por la monserga del coñazo ese del medio ambiente y naturalmente culpe al franquismo de las insidias contra los burgueses por aquello del nacional sindicalismo.

Son absolutamente injustificados los ataques a esta pareja, faro de la nueva burguesía, la que explota a los demás, para darse la vida padre. Deben ‎ser propuestos por el Sr. Cardenal Carlos al Papa Francisco para que en vez de visitar las malolientes villas miseria del mundo participe El derecho a ser burguésen las barbacoas de las urbanizaciones de la burguesía.

Reivindico pues con toda mi escasa fuerza el disfrute de los derechos del ciudadano de la Revolución francesa, de la igualdad, la libertad y la fraternidad, a la sombra de una buena encina, con algún jabalí hozando en la basura y los perros correteando alegremente perseguidos por los niños felices y sanos.

No me acuerdo, los años me debilitan la memoria, si Jean Jacques Rousseau escribió 'El buen salvaje'‎ o 'El buen burgués'.

Pablo e Irene estáis cumpliendo vuestro sueño de convertiros en burgueses de tomo y lomo. Tenéis razón como ser burgués con trabajo, cuenta en el banco, buen techo y familia no hay nada mejor. Tenéis razón, no escuchéis a los envidiosos, aspiran a lo mismo que vosotros, eso sí para lograrlo habrá que cambiar el repertorio de engaña tontos, de vender utopías para encumbrarse sobre las rudas espaldas de los proletarios y conseguir el derecho a ser burgués.

Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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