
Ya está bien de caralladas. A los politicastros se les hace la boca agua cuando hablan de democracia. ¿Qué democracia? Lo que por aquí tenemos es una partitocracia como está mandado. Los partidos políticos -que funcionan como sectas- eligen a los candidatos que mejor defiendan los intereses de sus partidos, y casi nunca van en las listas los mejores ni los más preparados. Después de las elecciones llegan los pactos: yo te doy, tú me das, y por fin el poder. Pero el votante, el que los subió a los altares, no se entera de nada.
Otra broma. A Rajoy lo nombró a dedo el psicópata de Aznar: Te tocó. Los del PSOE escogieron a Zapatero como gran jefe indio para salir del paso y porque era el último de la clase. Es obvio que no contaban con los trenes voladores del 11M.
Y para rematar la jugada. El presidente del Gobierno elegido por el españolito de a pie, sea del color que sea, es a su vez controlado y dirigido por La Casa Blanca, las mafias del petróleo, los capos de las armas, los bancos, inmobiliarias y otros grupos de poder, invisibles. Toma democracia.
¿Miramos hacia arriba o hacia abajo?