Por María Parente y Roberto Carlos Mirás
A través de su Sabiduría del bosque (Trotta) en colaboración con Félix G. Ilarraz el profesor Óscar Pujol (Arbós 1959) intenta en sus trabajos unir dos conceptos un poco olvidados: Conocimiento y Sabiduría. Durante muchos años vivió a caballo entre La India y Occidente con lo cual conoce ambas culturas. Nuestro autor ha sabido compaginar eses dos nombres antes aludidos y fruto de sus numerosos trabajos destacando su Diccionario sánscrito/catalán que verá la luz muy pronto en castellano. Del Ganges al Mediterráneo (Siruela) o Patanjali/Spinoza (junto con Atilano Domínguez) ademas de charlas, artículos e innumerables conferencias.
En la India hay 415 lenguas de las cuales la Constitución reconoce dieciocho como oficiales. Y cuando aquí nos peleamos por que lengua utilizar según las palabras del político y escritor Krishna Kripalani allí parece que lo tienen bastante claro «No es inusual en un hogar indio ver como hablan entre ellos en una lengua y hablar con los sirvientes en otra» Ahora mismo encontramos en las librerias en castellano otro de sus trabajos en donde abre de nuevo una puerta a ese conocimiento «Patñjali. Los aforismos del Yoga. Yogasutras» Pero Pujol de nuevo nos vuelve a soprender... Hagamos una pausa... Hay autores que son filósofos y escriben y no dicen nada en el caso de nuestro autor sus palabras sus obras tienen un contenido y este contenido se vuelve a ver en «La Ilusión Fecunda» Nos acordamos de una persona que nos decía «ese autor escribe muy bien..» Nos preguntamos de nuevo ¿y el contenido? En esta ocasión Pujol nos vuelve a sorprender con una monografía que al margen de su lectura la cual conviene realizar varias veces nos plantea muchos interrogantes. En su «Ilusión Fecunda»
Es a través de Samkara, filósofo indio (688-720) comparable según nuestro autor para el lector occidental con Tomás de Aquino nos describe la Vida y la Obra de un hombre que vivió entre la santidad y la filosofía. Preguntas y respuestas que al día de hoy leyendo en el pasado están de verdadera actualidad. «Samkara inicia una descripción de dentro a fuera en ese juego de identificaciones cotidianas que constitue nuestro yo. Identificandonos con otras personas externas a nosotros, pero próximas, parientes, amigos... y formamos una constelación de personas satélites que giran a nuestro alrededor» Y al mismo tiempo hacemos nuestra una de las preguntas que nuestro autor plantea: «¿que fue primero el texto o el autor? La pregunta es en cierta forma absurda pues todos sabemos que el autor precede al texto». Al saborear sus páginas nos enseña lo importante que son los idiomas en este caso el sánscrito que nuestro autor comenzó a estudiar en broma y ahora es lo más importante de su vida. «Hay una coincidencia que permanece inalterable en tres estados: la vigilia, el sueño y el sueño profundo. Una esencia que comparten el dormilón, el soñador y el experto. Todo lo demás por atractivo o repulsivo que sea es ilusorio».
