Mientras en España nos entretenemos con las peripecias carcelarias de Carlitos y el master de Cristina, nuestro amigo y colaborador, el prestigioso profesor Jeffrey Sachs de la Universidad de Columbia de
Nueva York, se ocupa y preocupa por la energía y por el futuro del mundo, China con su Plan de interconexión mundial de energía ofrece según Sachs, una visión asombrosa de cómo alcanzar la transformación energética.
Jeffrey en una crónica fechada en Pekin, este mes, afirma que el plan más audaz para alcanzar los objetivos del Acuerdo Climático de París del 2015, procede de China. Recordemos que el Acuerdo de Paris compromete a todos los gobiernos a reducir el calentamiento global, por debajo de dos grados celsius (35,6 Fahrenheit), como al nivel de los tiempos preindustriales. Esto se puede conseguir cambiando las fuerzas primaria de energía de los combustibles basados en el carbón (carbón, petróleo y gas natural) a una energía 0-carbón, basada en las renovables (viento, solar, hidro, geotérmica, oceano, biomasa), y la energía nuclear y lograrlo para el año 2050, lo que los chinos llaman la interconexión mundial de energía.
Evidentemente, se está hablando de un extraordinario cambio de patrón energético. Mientras redacto esta nota, una delegación del Gobierno de España, presidida por Rajoy, negocia con Argelia un gran contrato de suministro energético de Gas Natural. Recordemos que Zapatero, tratando de adecuarse al cambio energético, intentó un plan de energías renovables que en parte no tuvo éxito por la poca seriedad de los caza subvenciones de nuestro país que la mayoría, sin ninguna experiencia, trataron de convertir los campos baldíos en terrenos de energía limpia.
El gobierno de Rajoy tuvo que echar un cerrojo a esta importante iniciativa porque hundía nuestra economía, un nuevo escándalo como fue el del lino en que se alcanzaron alta metas de ridículo y de corrupción.
Saliendo al paso de estos problemas, China ha pensado en grande y ha creado una organización impresionante para aunar los esfuerzos a escala mundial de los gobiernos nacionales, de las instituciones académicas, de los bancos de desarrollo y de las agencias de Naciones Unidas para lanzar esta gran interconexión. En la conferencia celebrada en Marzo, se reunieron delegados de países tan distintos y distantes como Argentina y Egipto para trabajar conjuntamente y para hacer posible esta visión de energía limpia interconectada.
Según Sachs, aparte de unir esfuerzo, China está movilizando la investigación y el desarrollo para superar retos claves tecnológicos, que exigen un sentido común planetario como son el almacenamiento de la energía a gran escala, la superconductividad en la transmisión energética y la inteligencia artificial suficiente para administrar este vasto plan. Se propone también, establecer nuevos patrones técnicos que encajen dentro de este sistema mundial y se avance rápidamente en el sector fotovoltaico y en el perfeccionamiento de los vehículos eléctricos.
Jeffrey Sachs que es un kennediano convencido, al que le gusta proyectar grandes planes para resolver todo los problemas del mundo y que es el autor de los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, está simplemente fascinado por la visión mundial que tienen lo chinos. Se podría objetar con el viejo proverbio "a Dios rogando y con el mazo dando". Una gran visión, entiendo, que debe implicar muchísimos esfuerzos individuales y sectoriales.
Sacks invita a los Estados Unidos y a la Unión Europea a compartir también y cooperar con esta visión china para acelerar la transformación de la energía al carbón 0. Desafortunadamente la Administración Trump está dominada por el Lobby de la energía del carbón, mientras que en la Unión Europea están dando "palos de ciego" para pasar de un sistema energético a otro, ya que depende mucho del carbón y del Gas Natural.
Este artículo de Sachs, es mucho más corto de los que nos tiene acostumbrados, es un manifiesto, un grito de alarma para despertar conciencias de quienes no acaban de comprender que es necesario abordar rápidamente un cambio de patrón energético y nos recomienda pensar en grande, como hacen los chinos, para poner al servicio de la humanidad todas las energías limpias disponibles y pergeñar un plan audaz para asimilar las consignas del Acuerdo de Paris del 2015.
La Humanidad está en peligro, toda la cacharrería que nos presenta Spielberg en su última película y todos estos nuevos libros de caballería
que nos fascinan, se siguen basando en el carbón, en el petróleo y en el gas Natural, así vamos al desastre teniendo en cuenta el tabú que pesa sobre la energía nuclear, que podría ser una solución limpia y menos costosa si se abordara a escala mundial.
Recuerdo la primera reunión del Club de Roma con Aurelio Peccei y los máximos dirigentes chinos, en Pekin, abordando la problemática mundial.
Treinta años después China ha experimentado un desarrollo gigantesco, se ha transformado, pero sus ciudades no ven el sol por la tremenda contaminación.
Joaquin Antuña
joaquinant@hotmail.com
