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Harry el sucio en Egipto

miércoles, 04 de abril de 2018
Harry el sucio en Egipto Me encuentro con el embajador de Colombia ‎Alberto Furmanski Goldstein y su esposa en el Cine Golem, ese cine de culto al que asisten de tapadillo la Reina Letizia y Don Felipe VI, estoy en la cola y delante de mí un hombre atractivo con coleta conversa con una dama. Es el embajador de Colombia‎, un hombre que desborda simpatía, con el que tuve un desencuentro hace tiempo, pero que fue un malentendido, que ya se ha disipado. Le felicito por el brillante acto celebrado recientemente de concesión de reconocimientos a varias personalidades en su embajada. Me cuenta que acaba de estar en El Cairo y tiene curiosidad por ver esta crónica confidencial.

En efecto "Confidencial El Cairo" o crónica de un suceso en el hotel Hilton es una brillante película de realismo social, que retrata un Cairo muy cutre, muy sucio, muy corrupto en los estertores del régimen de Mubarak unos días antes del estallido de la Primavera Árabe de la Plaza Tahir.

Es un Cairo muy distinto al que acaba de visitar el brillante embajador Furmansky, lleno de basuras, abigarrado al máximo, con funcionarios mal pagados y corruptos. Machismo de libro, ‎mujeres explotadas, las nubias, y cocottes de gran lujo para los poderosos. Casas miserables, hotelones inmensos para el turismo, todo ello con un Nilo omnipresente, que se nos muestra sin brillo.

El protagonista es un comisario de policía, un verdadero Harry el Sucio, en versión cairota, que impone su ley de forma violenta en una pesadilla de corrupción, de nepotismo, de chabacaneria‎.

Una cantante tunecina aparece asesinada en el hotel Hilton, una camarera nubia, a la que se paga al día, es testigo de los gritos‎ y del fatal desenlace. Un turbio racket de prostitución y drogas en el Club Solitaire, negocios a la Gürtel, la prepotencia de los poderosos y el analfabetismo de los mas, hacen la vida un infierno, muy lejos de esos bíblicos oasis que nos Harry el sucio en Egiptomuestran los egipcios para uso y consumo de turistas.

Aventuras sórdidas, llamadas telefónicas para impartir consignas, uniformes degragados, mujeres ‎andrajosas y niños descalzos, una ciudad hormiguero, donde las personas se gritan y se aman de forma desordenada. Un caos.

Un horizonte típico de los que gustan al Papa Francisco, donde no hay respiro, ni horizonte muy cercano a la descripción de los infiernos del Dante Alighieri, ni una brizna de belleza, un erotismo de shouk oriental. Empalagosas músicas y canciones que exaltan una belleza y unos sentimientos imposibles.

La degradación de esta ciudad colmena se palpa en el film, que tiene la virtud de su gran ritmo, en un comisario, que sin discursos, ni moralinas, intenta imponer un orden, muy difícil, en medio del caos y el hedor de la cochambre.

Indispensable para los amantes del cine negro y para quienes deseen ver este mundo sórdido que reina a sus anchas en las abigarras metrópolis de las periferias de‎ las superpobladas urbes.

El estallido de la Revolución con las masas encanalladas por la injusticia levantándose para cambiar su suerte, ‎con las policias disparando a matar, entre los tejemanejes de guardias y ladrones, con perspectivas tenebrosas, aunque por un momento brille la esperanza, es toda una estupenda metáfora de buena parte del mundo actual.

A la salida no me encontré con Furmanski y no pudimos comentar el vaso medio vacío que nos muestra este Cairo Confidencial‎, tan cercano a los populistas, que se revuelcan en los males, los forúnculos, las llagas del mundo para conseguir sus sórdidos fines.

Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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