Después de la gran fiesta de los Oscars que se celebró este año el 4 de marzo se empobrece la cartelera cinematográfica... De las grandes películas de relumbron se pasa a films muy comerciales e intrascendentes o fallidos como son muchos de los productos de serie B.
Steven Spielberg es un genio de la creatividad con un gran sentido comercial y el don de la oportunidad como lo demostró en su aclamado film "Los papeles del Pentágono", en que se defiende la libertad de expresion.
Ahora se interesa por el mundo virtual, el horizonte cibernetico que apasiona y atrapa a la juventud. Lleva a la pantalla una aventura de ciencia ficción basada en el best-seller de Ernest Cline. Ambientada en 2044, "Ready, player, one" que podría traducirse por "A jugar!", nos narra la Odisea, que en griego significa viaje hacía la concepción de un gran ideal, de unos jóvenes que participan en un concurso denominado Oasis, un super juego, la gran utopía realizada por un gran sabio que diseña un mundo perfecto que resuelve todos los problemas, que te lleva al éxtasis de la realidad virtual como apogeo.
Este personaje que recuerda a Steve Jobs, el hombre más rico del cementerio, con una estética tipo Albert Einstein, ha creado su Divina Comedia particular. Dante se movía en un mundo greco latino muy impregnado por la religión judeocristiana.
Hallyday lleva esta misma idea a los confines del futuro y, en su cultura pop, no hace referencia a los clásicos como hacía Dante sino que se queda atrapado en la actual cultura de los videojuegos.
Spielberg estrena esta película en el templo de los videojuegos en la Comic-Con de San Diego, un lugar de culto.
Creo que hay que trazar un paralelismo con la literatura de los libros de caballería. En pleno Renacimiento en un mundo occidental asolado por confrontaciones y guerras surge el paroxismo del mundo grecorromano. Aparece el Renacimiento y la literatura que lo refleja son sus libros de caballería, el gran cómic de la época con el mago Merlín, Ginebra, Lanzarote, el rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda, Camelot...
Sin embargo, Spielberg no repite la proeza de Don Quijote de ridiculizar a estos personajes míticos y, al mismo tiempo, hacer soñar a las multitudes... Más bien nos ofrece un panorama de todo lo imaginado y creado hasta ahora. Quien no ha sido hábil lector o consumidor de todas estas sagas contemporáneas sabe de qué estamos hablando y aqui aparecen todos desde el admirado y odiado King Kong al apabullante Godzilla, al gigante de hierro y a Freddy Krueger... no falta nadie... tampoco la guerra de las galaxias con toda su cohetería habitual.
Unas pinceladas amargas de esta película de gran acción la constituyen los escombros, los desechos industriales, las montañas de basura que invaden este mundo del futuro. También la sordez del vestuario... que el otro va más allá del mercadillo y los árticulos deportivos de las multinacionales.
No se hace alusión a la alimentación que, sin embargo, se intuye desastrosa como ilustran los ejecutivos neoyorquinos con sus perritos calientes y sus bretzel. Las casas, los tugurios que se ven con espacios muy reducidos y sin ninguna comodidad.
En una lectura final en este film se trata del enfrentamiento entre el bien, representado por los chavales de la playstation y el mal ejemplificado por los ejecutivos trajeados y encorbatados.
Los unos desean participar, superar retos, compartir y los otros controlar, dominar y obtener el mayor beneficio frente al idealismo juvenil.
Se instalan modernos campos de reeducación con cabinas individuales
para bien lavar el cerebro de todos y conducir a un dinámico nuevo mundo de pesadilla...
El amor mueve montañas también en esta película... recordemos a Dante con su "El amor, esa gran fuerza que mueve el sol y las estrellas". Aquí aparece en estos tiempos neo victorianos en que el hombre no se atreve a robar un beso a la mujer por la cuenta que le tiene, incluso para no tener que afrontar cuentas pendientes con la justicia. Samantha, Artemisa recibirá el beso de su audaz galan Percival, eso si, de forma casta para no escandalizar a los espectadores asiáticos chinos coreanos y japoneses.
La búsqueda de las tres llaves rodeada de drones, monstruos, criaturas increíbles, estudiantes de máster, reuniones de coordinación, centros de investigación del pasado y otras muchas lindezas en que Spielberg se mueve como el pez en agua y nos recomienda que echemos la vista hacia atrás, que paremos el tiempo cuando nos embarquemos en las aventuras del futuro.
Spielberg tiene su Santo Grial que está en Oasis y es nada más y nada menos que un flamígero Huevo de Pascua.
En definitiva... es una película para muchas palomitas que puede disfrutar toda la familia! Una pura diversión.
Como no soy un chico de botellón, por mi edad sería imposible... Me pregunto qué asimila esta juventud bloguera, de Facebook, de Instagram y de todo este maremágnum que describe este desenfrenado "A jugar"!
Viven ensimismsdos con sus maquinitas? o ¿están potenciando la fuerza de nuestros cerebros?
Yo, personalmente, soy optimista, y creo que muy pronto surgirá de la mano de otro Cervantes un don Quijote que ponga a todos los monstruos en fila y desmitifique sus leyendas.
Estoy escribiendo enfrente del Cantábrico y... cómo me gustaría que surgiera un Godzilla en las aguas embravecidas y sugerirle una excursión por la Costa Brava para lidiar con los follones y monstruitos que campan por sus respetos en esa preciosa región de España o... un periplo a la Península Coreana... donde tendría una harta tarea.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
