
Entender qué ha pasado con el famoso máster de Cristina Cifuentes es un misterio insondable... Os confieso que sigo con simpatía las batallas de Cristina contra tirios y troyanos. Esta bella mujer fragil, que tuvo un tremendo accidente de moto con muchos días de hospitalizacion y con secuelas todavía apreciables a simple vista, se bate contra una jauría de enemigos externos e internos.
La Comunidad de Madrid, con su envidiable política fiscal en materia de Patrimonio y Sucesiones, se ha convertido en un poderoso polo de atracción para inversores y empresarios, que se domicilian en Madrid para aprovechar las ventajas comparativas que ofrece esta próspera Comunidad Autonoma, la que más crece y la que más recauda.
La fronda interna le reprocha su alejamiento, ellos lo llaman traicion, al liderazgo de Esperanza Aguirre a quien, sin decirlo abiertamente, culpa de la gran corrupción de los Gonzalez y los Granados. La oposición interna se enriquece con la mala relacion, se puede hablar de hostilidad con Ciudadanos y su líder Ignacio Aguado, que en vez de aliados están

siempre ojo avizor dispuestos a saltarse a la yugular de Cristina.
Tanto el PSOE como Podemos envidian la prosperidad de Madrid, que sería la presa más apetitosa para alimentar a su famelica legión de seguidores que necesitan llevarse a sus fauces la prosperidad matritense, partidos de poder aquí podrían saciar su apetito y ejercer un muy sano, para ellos, nepotismo, al tiempo que para mejor cubrir sus vergüenzas hablarían de lucha a la desigualdad, su atrapa tontos favorito.
A veces, la cáscara de plátano interrumpe, ridiculiza una marcha triunfal. Eso podría ser el tan traído y llevado máster de Cristina. Queda claro, sin hacer ningún tipo de investigacion, lo alegremente gestionado que son estas maestrías de relaciones internacionales y derechos humanos.
Estoy rodeado de estudiantes que siguen estos másteres y soy muy crítico con sus contenidos y su organizacion. Sirven para muy poco, estan alejados de la práctica diaria de las relaciones internacionales y sus enseñanzas se alejan de las nociones necesarias para desenvolverse en la vida cotidiana de las embajadas. Muchos de estos estudiantes salen de estos estudios con menos conocimientos prácticos y menos dinero en las cuentas de sus padres...
Se trata de aparcar a los estudiantes, de prolongar sus años de estudios ante la falta de salidas para tantísimos estudiantes que la sociedad no sabe cómo absorber... Se detienen entretenidos con estudios que no le aportan nada salvo estudios históricos como el Congreso de Viena después de Napoleón o la posterior Conferencia de Berlín en que las potencias de entonces se repartieron en África. A veces, los profesores cazados a lazo, hacen interpretaciones estupefacientes añorando, por ejemplo, la Revolución de Octubre. Todo una sarta de despropósitos...
A veces, cuando hablas con ellos te das cuenta de la inutilidad que lo están aprendiendo y no digamos la visión sobre los derechos humanos que, para mi modesto entender, es un despropósito...
La falta de conocimientos prácticos de quienes imparten estos cursos hace que se pueda teorizar los proyectos de desarrollo sin haber realizado nunca el más mínimo proyecto sobre terreno, ni conocer de primera mano estos países. Un verdadero ejercicio de funambulismo...
Valentina, una simpática estudiante de Roma, se toma muy en serio su máster pero, a pesar de hablar mucho con ella, no consigo saber que rayos están aprendiendo, ni por qué les ponen exámenes todos los viernes!? Entiendo que, si se proyecta un master de prestigio en cualquier universidad, necesitan reinventarse las materias quienes enseñan y hacer disquisiciones tipo... el sexo de los ángeles.
Volviendo al máster de Cristina aquí, las interpretaciones son cada cual más disparatadas... de un máster que estaba poblado de asiáticos y otros muchos extranjeros... Una fábrica de lujo de parados distraídos y entusiastas... de abrirse paso en el mundo internacional.
Emitir un juicio sobre cuales han sido las intenciones de la bella Cristina es ganas de perder el tiempo. Nunca sabremos que es lo que ha pasado y si pasó algo... la montaña que parrio al simpático ratoncito... Se prepara pues, toda una batalla inútil en que nunca vamos a saber la verdad de lo que ocurrió. Por eso, mi impresionante Totó, el perrazo dogo que me acompaña y se deleita con la contemplación del mar, se revuelva por los suelos y adopta posturas sicalipticas. Cristina le pone pero, como yo, está in albis, se acuesta a las ocho y el máster de Cristina su quedará sin aclarar y será jugoso tema de conversación de ociosos y otras tribus urbanas...
Cristina, prepárate para aguantar el chaparron!!!
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com