Hoy los alumnos de la UNED Senior nos trasladamos a la zona de Moeche, donde en la parroquia de San Jorge se encuentra el castillo medieval, se construyó sobre 1350 presenta una planta poligonal, tiene la particularidad de que se edificó en un hermoso valle cruce de caminos y rodeado de montañas.
Por motivos defensivos tiene un pozo alrededor del mismo, en su momento tenía un puente levadizo que actualmente se ha pavimentado para facilitar el acceso y alta muralla de doce metros de altura por tres o cuatro metros de ancho. En su torre de dieciocho metros de altura se conservan tres escudos grabados de la casa de los Osorio, de los Enríquez y la de Valcárcel.
El motivo de su emplazamiento es que era cruces de caminos y que los nobles, como en la actualidad lo hacen los gobiernos controlaba toda la economía y se pagaban derechos de paso, o por cada muerto, etc..., pues debían fidelidad a cambio de seguridad y tranquilidad.
La puerta de entrada da a una sala, donde se encontraría la guardia del castillo para control de los asistentes, seguimos y nos encontramos con el patio de armas, donde se encontraba el pozo del agua de diez metros de profundidad en roca pura y era imprescindible para los largos asedios, en el fondo se encontraban las caballerizas hoy solo sobresalen unas piedras, donde se apoyaban las maderas de los techos.
A la derecha la estancia de la servidumbre y a la izquierda la plaza de armas, donde además de una escalera helicoidal de cantería para subir a la Torre, se encuentra una abertura vertical que se estrecha y daba a la entrada y por donde se podían lanzar flechas, que se puede llamar: aspillera, arquera, saetera, lancera, tronera o ballestera.
Luego pasamos a la sala de exposiciones donde se encuentran paneles explicando la historia del castillo y los nobles que lo fueron habitando, subiendo una escalera estaba la cocina y aposentos donde se encuentra una gran chimenea; pasamos a una sala donde pudimos ver un montaje sobre la vida en esa época, la invasión de Os Irmandiños que destruyeron ciento cuarenta castillos, en esos momentos Galicia era de los que tenía mayor cantidad y hacen una metáfora donde los halcones eran los nobles, los gorriones los vasallos y donde éstos últimos lograron vencer, pero en la realidad tuvieron que reconstruir el castillo destruido en 1468 obligados por Pedro Alvarez de Osorio Conde de Lemos.
Seguimos subiendo y llegamos al adarve o paseo de rolda, de donde se podía dominar todo el valle y de ahí se logra llegar a la terraza de la Torre del Homenaje.
Y lo que no lograron Os Irmandiños casi lo logra la Casa de Alba que pujó en 1890 y ganó con la intención de aprovechar las piedras y finalmente como se esta haciendo ahora por las pensiones, lograron evitar su desaparición. Hoy en día lo aprovecha la ciudadanía, como espacio expositivo y motor turístico, como mayor símbolo de Moeche...
Desde 1980 se realiza el Festival Irmandiño y es un espacio abierto a destacados interpretes de la música folk y música tradicional Gallega, también merece resaltarse el cruceiro de San Xurxo confeccionado con piedra serpentinita o toleo del lugar.
Quizás resaltar que la propiedad del castillo pertenece a la Casa de Alba y que lo tiene cedido al Ayuntamiento, que ha pesar de no cobrar impuestos debió pagar los arreglos y mantenimiento del mismo. O sea que el actual proyecto de sacar privilegios a los nobles o de que los monarcas no otorguen títulos nobiliarios no llegaremos a verlo.
