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Repunta el militarismo

martes, 06 de marzo de 2018
La campaña electoral de Putin nos ha dejado un mal sabor de boca a los pacifistas. Rusia en pos de una gloria imperial quiere restaurar la Repunta el militarismoestrategia del miedo y al mismo tiempo soplar sobre las brasas del derrumbe del comunismo y encender la llama del orgullo nacional. Ha anunciado estar en posesión de supermisiles, que no pueden rastrearse y capaces de llegar a todos los confines del mundo. Es cierto que puede formar parte de su campaña electoral, pero es muy triste que el pueblo de los Pushkin y Dostoiesky se deje embaucar con la potencia militar como valor supremo.

El amigo Donald Trump pide, exige un mayor presupuesto militar a sus aliados y amenaza a Corea del Norte con borrarlos del mapa y en su "América first" concede un gran espacio a las armas y su última ocurrencia la de armar a los profesores incentivandoles con un bonus, raya en la paranoia. Las imágenes de un pastor, de un clérigo bendiciendo las armas de asalto nos pone los pelos de punta. El "Gott mit uns", Dios con nosotros del káiser alemán en la primera guerra mundial.

La situación de Guta en Siria con sus feroces bombardeos e incluso denuncias de utilización de armas químicas nos sobresalta y contemplar como al gobierno de Asad se suman rusos y turcos dibujan un cuadro tétrico. Por su parte Israel y los palestinos, con Irán detrás del conflicto regional no promete nada bueno. Si a esto añadimos los conflictos latentes del Congo y las persecuciones religiosas en Egipto, ‎India, Nyanmar, Pakistan sin olvidar el avispero en Irak, Siria y Yemen trazan un retablo de los horrores.

China esta en una fase de regreso al liderazgo personal, después de la limitación de mandatos subsiguiente al presidente Mao, que promete realzar políticas de prestigio imperial, como la carrera espacial y su promesa de pisar la luna en los próximos años, al mismo tiempo ha habido aumento de su poderio militar y su protegido el régimen de Corea del Norte exhibiendo impudicamente sus misiles y alardeando de sus ensayos nucleares.

Ante ello se exige una movilización de los pacifistas de todo el mundo. En Corea del Sur hay un movimiento de raiz religiosa por la reunification de las dos Coreas, que se opone ‎al militarismo y es claramente pacifista. En el resto del mundo hay escasos movimientos pacifistas, que sean genuinamente democráticos y no partidistas como en tiempos de la guerra fria en que estábamos patrocinados por la Unión Soviética, que no renunciaba ni a su equipacion nuclear ni a su desarme ideológico, no se puede celebrar el día del tankista y al mismo tiempo declararse pacifista.

En España la situación es paradójica, los nacionalistas que se oponen a la Otan sueñan con ejércitos para defender sus patrias, quieren desarmar a quienes consideran sus enemigos, pero necesitan de sus policías propias para imponer estos ordenes nuevos pasando por encima de sus propios compatriotas. Socavar la ferza de tu hermano no es ser Abel, es ser Caín con piel de cordero.

El viejo sueño de la Biblia de convertir las lanzas en arados esta muy lejos de realizarse, la ansiada reconversión de la industria bélica en economía de paz es una utopía ‎por el momento inalcanzable. El autoritarismo del ecologismo político radical con su afán de prohibir, su nepotismo y su arbitrariedad están lejos de ser sembradores de paz, sobre todo cuando atacan a las religiones y atizan la guerra entre los sexos, crean conflictos sociales en vez de resolverlos.

En la Unión Europea hay espacios de tolerancia y de paz, aunque se erijan barreras contra los emigrantes y surjan populismos que amenazan con terminar con los regímenes democráticos tornandolos en autoritarios y demagógicos.

A este militarismo del espíritu tenemos que construir un pacifismo que permita el despliegue de la creatividad para un mundo futuro en que el ser humano alcance la dignidad y el disfrute igualitario de los bienes de este mundo, conservando a nuestro querido Planeta Azul. Suena a utopía. Claro, pero vale la pena aspirar a un mundo sin armas ni ejercitos.

Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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