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El Coliseo de rojo

miércoles, 28 de febrero de 2018
El sábado 24 de febrero a las seis de la tarde se iluminaron simultáneamente ‎el Coliseo de Roma, la Catedral maronita de Santa Elia en Alepo en Siria y la iglesia de San Pablo de Mosul en Irak, por las víctimas de la represión religiosa que golpea cruelmente al cristianismo, que el Papa Francisco ha repetidamente comparado con la que sufrieron los primeros cristianos‎ en el imperio romano

Francisco recibió al marido y a la hija de Asia Bibi, esta pakistaní El Coliseo de rojodenunciada por sus vecinas por sacar agua de un pozo del que sólo podían hacerlo los musulmanes y Asia era cristiana, fue condenada en 2010 a muerte "por blasfemia contra el Islam" en una alejada región del Punjab‎ y ahora espera en la cárcel el resultado de su apelación y también a Rebecca Bitrus una nigeriana seviciada y violada durante dos años por sus carceleros de Boko Haram en el Norte de Nigeria.

Ese día llovía a mares como acostumbra en febrero en Roma, en uno de esos raros días grises de la resplandeciente Roma, a cántaros caía cuando la comitiva oficial se congregó en torno a la cruz de los mártires, que en uno de sus anfiteatros hizo poner Juan Pablo II, estaban el secretario general del episcopado italiano monseñor Nunzio Galantino y el cardenal que dirige la "ayuda a la iglesia necesitada" Mauro Piacenza, el discurso lo pronunció Antonio Taviani, el Presidente del Parlamento Europeo,que por cierto es un gran amigo de España, defensor de nuestra Constitución y que domina nuestro idioma.

Taviani hizo un alegato apasionado por la libertad religiosa de la deben gozar ‎todos los habitantes del mundo y que es santo y seña de Europa, que debe ser la patria de todas las libertades, comenzando por la libertad de culto y de profesar públicamente su fe. Se dirigió a todos los gobiernos invocando la tolerancia y el cumplimiento de los derechos humanos, no más víctimas en nombre de Dios o del ateismo.

En España asistimos algunos con indignación creciente a los ataques, la burla grosera, la incitación al odio, a nuestros símbolos religiosos más queridos. Estos infames y los que los protegen se escudan en la libertad de expresión, como si fuera una patente de corso, para cercenar la libertad ‎religiosa y hacer mofa de las creencias de millones de fieles. Les gustaría volver a enceder las piras de las quemas de conventos, aunque no lo digan tan abiertamente como lo coreo Rita Maestre la portavoza, nunca mejor dicho, del Ayuntamiento de Madrid en su profanación a pecho descubierto de una capilla universitaria.

Idiotizados como estamos por la bufonada catalana de Carlitos el Tramposo, el pio Oriol y el otro Torrente, este del Barsa, no como el de Santiago Segura que era del Atleti‎, estamos en el limbo,aunque se lo haya cargado Benedicto XVI, no participamos en las movidas internacionales y mucho menos en apoyo de la iglesia martirizada, sólo seguimos la cruzada contra el acoso el "Me too" que nos llega de los Estados Unidos porque comulga con nuestra religión ecologista actual, cuyos sacerdotes de pacotilla, incluso desearian la quema de libros, Adolfo, Adolfo cuantos insospechados seguidores tienes entre los bicicleteros y veganos.

No hay día en que asomándose a la prensa internacional no nos lleguen noticias de atentados, con muchas víctimas que padecen los cristianos y también los musulmanes en las faldas entre sunis y ‎chiítas, los rongis en Birmania y otros afectados por la intolerancia brahmanica en la India de la no violencia de Gandhi. Esta persecución religiosa es absolutamente intolerable, siempre y mucho más en la era digital, en que las noticias surcan mares y tierras a la velocidad del rayo.

Una querida amiga Rosa me manda un manifiesto póstumo de Forges, el genial dibujante, sociólogo del alma hispánica, en que denuncia la mediocridad que envuelve a la sociedad española, que suscribo plenamente y añado la indiferencia culpable ante la suerte que corren El Coliseo de rojonuestros hermanos cristianos, ya que en la España actual solo se santiguan públicamente Messi, el mago del gol de Rosario y Keilor ‎Navas el guarda redes del Madrid, que incluso se arrodilla al comienzo de los partidos.

Desde esta tribuna de GD, con permiso de Don Xulio, hago un llamamiento a la tolerancia y al respeto de las personas que invocan al dios de la biblia con diversos nombres y lenguas, testimonios como los de Asia Bibi y Rebecca Bitrus no nos pueden dejar indiferentes, iluminemos de rojo intenso nuestros corazones, por las víctimas de ayer y de hoy, para impedir que se perpetuen persecuciones, quebrantos y duelos.

Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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